La hostelería apura el plazo para adaptar las terrazas

Carlos H. Sanz
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Aquellas ubicadas en zonas de aparcamiento deben quedar al nivel de la acera el día 31

La hostelería apura el plazo para adaptar las terrazas - Foto: Juan Mellado

Los establecimientos hosteleros con terrazas ubicadas excepcionalmente a causa de la pandemia en zonas verdes, aparcamientos, aceras, calzadas o vías públicas de la ciudad apuran estos días para adaptarlas a la normativa exigida por el Ayuntamiento. El próximo día 31 termina el plazo dado por el Ayuntamiento para que estos espacios se ajusten a las normas introducidas en la ordenanza de ocupación de la vía pública y que tendrán vigencia, de momento, hasta el 31 de diciembre de este año. 

Los límites marcados por el Ayuntamiento afectan, sobre todo, a la estética y la accesibilidad, y la principal exigencia es que en las zonas de aparcamiento habilitadas excepcionalmente para terraza debe instalarse suelo o tarima a nivel del acerado «por motivos de seguridad y accesibilidad».

Por este motivo, muchos establecimientos hosteleros están trabajando desde hace unos días para instalar una tarima, recurriendo a palés o armazones de madera, que permitan cumplir con esta condición municipal. Las dos asociaciones del sector en la ciudad,  la Asociación General de Empresarios de Hostelería y la de Hostelería de Palencia, consideran que la adaptación se llevará a cabo en plazo. Una inversión, en todo caso, que los hosteleros están sufragando de su propio bolsillo o a través de acuerdos comerciales con suministradores.

Esta no es la única exigencia que marca el Ayuntamiento en la ordenanza, ya que aunque se permitirá «cierta flexibilidad» en el mobiliario se prohibe «el uso de palés rústicos sin previo tratamiento estético y de altura superior a 1,5 metros». Esto está obligando a pequeñas reformas en algunas terrazas que había recurrido a este material, de forma que estas zonas queden «delimitada con elementos acordes a la estética de la vía, quedando óptimamente vistosos y funcionales, pero que en ningún momento entorpecerán la visión del interior desde la acera o la calzada», tal y como puntualiza el nuevo texto de la ordenanza. 

La normativa fija también que las terrazas solo podrán estar conformadas por mesas, sillas, sombrillas, elementos separadores e industriales, todos ellos móviles; y que aquellas instaladas en zonas de aparcamiento de vehículos deberán desmontarse cuando el espacio no sea utilizado durante un periodo igual o superior a siete días. Si un establecimiento se ve obligado a cerrar durante un período igual o superior, deberá recoger y retirar de la vía pública todo el mobiliario y los elementos que delimitan dicho espacio, incluida la tarima, de forma que los vehículos puedan volver a aparcar. Si quiere reiniciar la actividad debe avisar a los servicios policiales con 48 horas de antelación.

Control policial. A partir del día 31, la Policía Local comenzará a velar por el cumplimiento de la ordenanza, donde se avisa de que los agentes tienen potestad para exigir que se retiren «elementos antiestéticos» en un plazo de 48 horas, y que en caso de incumplimiento se procederá al desmontaje y retirada de toda la terraza, así como a la revocación de la autorización, dice la ordenanza.

El Ayuntamiento sabrá cuando termine el mes cuántas solicitudes de terraza se han tramitado este año. En octubre del año pasado, su número ascendía a 326 -solo se denegaron 16-, de las que las ubicadas en zona azul ocupaban 115 plazas, según informó el Ayuntamiento en su día. 

Conviene recordar también que se introduce un cambio en los horarios. Aunque en términos generales, no se tocan los límites, es decir, que las terrazas seguirán abiertas hasta las 2,00 horas de lunes a jueves, y hasta las 2,30 horas las noches de los viernes a sábados, sábados a domingos, y las vísperas de festivos, el Ayuntamiento se reserva la potestad de establecer horarios más restrictivos en función de la pandemia, e introduce la posibilidad de ampliarlo en 30 minutos durante ferias, fiestas, actividades deportivas, aniversarios y similares.

Tasas más caras. Y, por otra, que el Ayuntamiento modificó al alza las tarifas para este año, que se han encarecido un 4%, y que pasan a ser de 91,79, 47,62 y 14,25 euros por cada mesa y cuatro sillas al año, en función de que el establecimiento esté en una calle de primera, segunda y tercera categoría.

Pues bien, a esto se añade un recargo de un 20% «cuando se sitúen en el interior de estructuras de cerramiento fijas o semipermanentes que suponen ampliación de la ocupación del suelo y del vuelo». Y un recargo del 50% «cuando se instalen en zonas de aparcamiento, que se verá incrementado hasta el 100% cuando se instalen en zonas de estacionamiento reguladas por el servicio ORA». 

Es decir, un establecimiento que esté ocupando plazas de aparcamiento de la zona azul debe pagar el doble por cada mesa y cuatro sillas; y si estas están en una estructura cerrada, un 120 por ciento más, porque la ordenanza establece que «estos recargos son compatibles entre sí y se aplicarán, en caso de concurrencia de ambos, de forma acumulativa».