La pandemia deja sin fiestas al barrio del Cristo

DP
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Habrá actos en las redes sociales este fin de semana, como un repaso a modo de pregón de lo que ha dado de sí el año y la concesión de los Cristos de la Alegría y la Tristeza, que se harán públicos el sábado

La pandemia deja sin fiestas al barrio del Cristo - Foto: Juan Mellado

La pandemia ha obligado, de nuevo, a suspender las fiestas en honor a Santo Toribio del barrio del Cristo, donde se celebra la tradicional pedrea del pan y quesillo a los pies de la escultura de Victorio Macho. La romería arranca y ahonda sus raíces en una viejísima historia popular del siglo VI, que sitúa a la vieja Pallantia como el lugar donde, abrazando las doctrinas de Prisciliano, hicieron oídos sordos a los sermones y recomendaciones de Santo Toribio. Este fue apedreado por los palentinos y hubo de refugiarse en una cueva, en el cercano cerro del Otero, donde oró hasta que se produjo una inundación, que los palentinos interpretaron como una maldición divina. En recuerdo de estos hechos, cada año hay fiesta grande a la que acuden miles de personas. 

Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 2005, la junta directiva de la asociación de vecinos, que preside Guillermo Barrios, fijó entre sus objetivos alcanzar el distintivo nacional puesto que la pedrea del pan y el quesillo «tiene la suficiente entidad y tirón», afirma, si bien la crisis sanitaria por la Covid-19 ha interrumpido el proceso. Y es que, «entre los requisitos que se tienen en cuenta a la hora de conceder la declaración figura la presencia en los medios de comunicación a nivel nacional y estos dos años, al no celebrarse, la fiesta no ha tenido repercusión y eso nos está lastrando el trabajo, pero ahí seguiremos», asegura.

Guillermo Barrios explica que la asociación de vecinos, en «total colaboración» con el Ayuntamiento, y «haciendo un ejercicio de responsabilidad», ha decidido que no haya actividades en las fiestas de Santo Toribio, «siguiendo los consejos de las autoridades sanitarias y evitar aglomeraciones, contactos, que la gente salga y se junte». 

La fiesta estará presente a través de las redes sociales y, así, este fin de semana se hará «alguna cosilla», comenta Barrios, quien añade que, «a modo de pregón», se realizará un repaso a este año «aciago». «Vamos a estar -subraya- un poco más tranquilos en comparación a 2020, que coincidió con la parte más dura del confinamiento. Entonces se animó a decorar los balcones, a salir a las terrazas; ahora tenemos una cierta movilidad», señala.

El presidente de la Asociación de Vecinos del Cristo recalca que es una «lástima» que «desde 1976 sea este el segundo año que se suspende la padrea del pan y el quesillo», y hace un llamamiento a todos los palentinos que «animaban y llenaban las calles del barrio que sean conscientes de la situación en la que estamos» y, «en un ejercicio de responsabilidad, nos quedemos en la medida de lo posible en nuestras casas, evitemos las aglomeraciones, juntarnos, para dar los últimos empujones y salir de esta». 

Guillermo Barrios detalla que este sábado se harán públicos los Cristos de la Tristeza y la Alegría de manera virtual, es decir, se sabrá aquello que «más ha fastidiado» a vecinos y a la vez, a modo de agradecimiento, reconocer a personas o instituciones que mejor se hayan portado con el barrio. «Para el Cristo de la Alegría ha habido muchos candidatos. No podemos olvidar que ha habido mucha gente en primera línea, sobre todo en la parte más dura del confinamiento, dando la cara por todos, como los sanitarios, los trabajadores esenciales, gasolineras, supermercados, alimentación, prensa. Mucha gente, mucho estamento y mucho oficio que podría haber estado ahí, pero nos hemos querido desmarcar un poco de típico reconocimiento y centrarnos en el barrio, el día a día, en lo más cercano. El de la Tristeza, estaba más claro. Lo que menos nos gusta a los vecinos está más claro identificarlo», comenta.

En cuanto al estado de la asociación, Guillermo Barrios indica que el número de socios se mantiene, aunque la pandemia «está haciendo mucho daño al movimiento asociativo vecinal», y es que, según explica, el colectivo lleva más de un año sin poder desarrollar prácticamente ninguna de sus actividades y eso «paraliza un poco», por ejemplo, «se tenía que haber celebrado una asamblea para la elección de junta directiva». «Se trabaja a otro nivel», asegura, y agrega que están en «contacto permanente» con las instituciones «a ver cómo van las principales reivindicaciones del barrio». En otros temas «más visibles» de cara a los vecinos, como las actividades, «sí que nos está haciendo un poco de daño no realizarlas», concluye.

Por último, Barrios agradece «en el alma» el gesto de la ONCE de dedicar un cupón a la pedrea de pan y el quesillo y que tenga visibilidad a nivel nacional.