Urgencias atiende a 92 menores por intoxicaciones etílicas

ALBERTO ABASCAL
-

El Caupa trabaja con el Programa Ícaro Alcohol, iniciativa llevada a cabo por Sanidad y Familia con el que se pretende reducir el consumo habitual e intenso de alcohol

El doctor Guillermo Montero, facultativo de Urgencias y coordinador del Proyecto Ícaro Alcohol. - Foto: SARA MUNIOSGUREN

Las urgencias del hospital Río Carrión han atendido a 92 menores por intoxicaciones etílicas en el último lustro dentro del Programa Ícaro Alcohol, iniciativa llevada a cabo por la Consejería de Sanidad y la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, con el que se pretende reducir el consumo habitual e intenso de alcohol en poco tiempo entre la población menor de edad de la comunidad y, por ende, de la provincia.

El coordinador del proyecto en el centro hospitalario y médico del Servicio de Urgencias, Guillermo Montero, afirma a Diario Palentino que el programa, que se puso en marcha el 6 de junio de 2018, permite que los profesionales sanitarios que trabajan en Urgencias y Emergencias de Castilla y León puedan detectar los casos que acuden a estos servicios por intoxicación etílica o cualquier otro problema relacionado con el consumo de alcohol, como un accidente de tráfico, una lesión o una agresión.

Subraya que, desde su puesta en marcha, el número de atenciones dentro del programa ha variado, con diez casos en 2018, seguidos por los 23 en 2019 para bajar hasta los 16 en 2020, en mayor medida por el efecto del confinamiento y la pandemia. En 2021 fueron 25 los casos notificados y el pasado año 18, dos de los cuales también presentaban consumo de Tetrahidrocanabinol (cannabis) y otro más con Rivotril (benzodiazepinas), según los datos facilitados por Montero.

De esa forma, se lleva a cabo una intervención breve, tanto a la familia como al menor, para motivarles y conseguir que acudan a un recurso de referencia de prevención, los cuales están atendidos por educadores sociales y psicólogos expertos en estas materias, según especifica el galeno.

PAUTAS EDUCATIVAS. Apunta que los padres suelen estar un «poco acongojados» mientras su hijo se encuentra en el hospital, por lo que, en ese momento, se realiza una labor didáctica con ellos en torno a la cultura del alcohol y de sus efectos, además de promulgar unas pautas educativas.

Con la intervención motivacional breve, el facultativo persigue que los progenitores de ese menor afectado por una intoxicación etílica firmen el consentimiento informado para dar traslado de su caso al Comisionado Regional de la Droga. A partir de aquí, serán derivados al Programa Ícaro y a los servicios de prevención, como es la Asociación de Ayuda (Aclad) en Palencia. En ese sentido, destaca que en «el 90 por ciento de los casos se firma el consentimiento informado».  No obstante, en aquellas situaciones en las que se pasa por alto un posible caso, Montero repasa todos los informes y se pone en contacto con los padres de algún menor que no haya sido captado en el momento de la atención sanitaria. 

Todo ello en coordinación constante con el jefe del servicio de Urgencias, Gonzalo Ibáñez. Tras la asistencia médica y una breve intervención motivacional breve con el menor y su familia en el centro sanitario, se deriva a los servicios provinciales de referencia de prevención en el supuesto de que den el consentimiento. 

En el caso palentino, la Asociación de Ayuda (Aclad) es la encargada de llevar a cabo la intervención social, tanto con el menor como con los progenitores. Lo primero que se lleva a cabo con los menores es una valoración del patrón de consumo actual, para clasificarlo en prevención universal (episodio puntual y no existe una problemática de consumo), selectiva (hay factores de riesgo con posibilidad de derivar en una situación problemática) o indicada (el consumo de alcohol ya es un problema).

En función del caso en cuestión, se desarrollará una intervención con un número diferente de sesiones, al variar de las tres o cuatro de un caso de prevención universal hasta las ocho de una prevención selectiva, según desgrana. 

En aquellos que se detecta una situación indicada, se deriva al programa específico para estos casos, denominado Educan-2, también gestionado en Palencia por Aclad. 

«Es un problema muy serio. La intoxicación se da cuando se bebe una cantidad muy alta de alcohol en un espacio de tiempo relativamente corto», explica el doctor Guillermo Montero. «Hay que hacer pedagogía con este tipo de situaciones porque más del 90 por ciento de las familias afectadas mantiene que sus hijos no beben y cuando se encuentran en esta coyuntura se asustan», añade.

Diagnóstico e intervención individual con la familia

Los servicios de referencia de prevención realizan un diagnóstico y una intervención individual con la familia y el menor en función del nivel de riesgo. Esta intervención tiene continuidad, siempre que sea posible, con la incorporación del menor y de la familia a programas grupales de prevención del consumo de drogas (Moneo, Dédalo y Taller OH.com) o, en caso necesario, a los programas de intervención familiar a través de los CEAS.

De manera paralela, desde Aclad se llevan a cabo varias sesiones con los progenitores del menor afectado, las cuales se enfocan en la manera de trabajar la problemática del alcohol. Reconoce que la mayoría de dudas que plantean van dirigidas a la preocupación del consumo de otras sustancias distintas al alcohol, como el cannabis, en mayor medida. 

De igual modo, se trabaja el tema de alcohol y conducción, ya que algunos de ellos pueden poseer permiso de conducción de motocicleta, así como la simulación del estado de embriaguez a partir de unas gafas especiales, con las que se pide que realicen acciones cotidianas para que «experimenten las dificultades por ese estado».

También se tratan pautas de reducción del daño para que, en el caso de querer beber, se haga en las mejores condiciones posibles. Es decir, consumir con el estómago lleno, no mezclar bebidas o no ingerir a través de juegos temáticos para evitar el consumo de grandes cantidades en poco tiempo.