Antonio Álamo

Antonio Álamo


Calor

16/06/2022

Hoy jueves vamos a pasar calor. Así lo indicaban estos días pasados casi todas las fuentes de información consultadas y salvo que se produzca un acontecimiento excepcional todo indica que las predicciones se están cumpliendo con bastante precisión. Visto con cierta distancia, dentro de lo que cabe podría considerarse como un consuelo porque al menos ya sabemos de otro colectivo, el de los meteorólogos, en quien se puede confiar. Y hay una razón que lo justifica puesto que lo que suelen decir o mostrar a través de mapas y gráficos se cumple casi siempre y esta vez hay que reconocer que han acertado de pleno. La confianza en otros colectivos también es aconsejable aunque siempre hay excepciones: puede resultar un tanto embarazoso si se deposita, por ejemplo, en el nuestro, el de los periodistas, porque cerca de nosotros están las hemerotecas y como todo el mundo sabe son muy traicioneras… ay, ay, ay. 
Hoy jueves, pues, es buen momento para dejar testimonio de ello. Gracias al seguimiento que hacen del tiempo disponemos de suficiente información para afrontar los diferentes cambios de temperatura o las alteraciones climáticas que cada poco se producen y que, pese a lo que crean algunos, empiezan a provocar cambios sustanciales en la vida cotidiana y en los hábitats de todas las especies. Si existe o no una emergencia climática es asunto de tan enorme complejidad e importancia que no parece aconsejable abordarlo con disquisiciones cuando la carencia de conocimientos impide su análisis. Salvo que uno sea tertuliano, claro.
Por eso, cuando pintan bastos porque el calor se hace insoportable conviene echar un vistazo a algunos de los comentarios que sobre esta materia hacen o han hecho a veces nuestros representantes públicos demostrando escaso o discutible conocimiento y -lo que es más grave porque son elegidos con nuestros votos- un estilo que dejaría patidifuso al árbitro de la elegancia. Al romano Petronio, para más señas. Y a cualquiera de nosotros. Ahora que estamos pasando tanto calor es el momento de recordar aquello tan sonrojante que pudo escucharse en el Congreso de los Diputados hace poco más de un año… «que se caliente un poquito más el planeta, para empezar evitará muertes por frío». Olé.