Solución personalizada para la incontinencia

David Herrero (ICAL)
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La fisioterapeuta palentina Amalia Yenes pone el foco en un problema relacionado con el suelo pélvico y que afecta tanto a mujeres como a hombres de distintas edades. Para hacerle frente existen ejercicios, trabajos y tratamientos específicos

Solución personalizada para la incontinencia - Foto: Brágimo (ICAL)

Tener pequeñas pérdidas o escapes de orina al estornudar y experimentar dolor en las relaciones sexuales no es lo normal. Una verdad que hasta hace no tanto se consideraba habitual entre el género femenino, pero que distaba mucho de serlo. Una problemática relacionada con el suelo pélvico que, a día de hoy y gracias a las nuevas generaciones y el aumento de la información, se ha colocado en el centro de la diana para ponerle remedio cuanto antes.

«Eran cosas muy íntimas que se guardaban, pero la situación ha cambiado, más si cabe tras la pandemia, porque en ese tiempo se comenzó a hablar de aspectos y problemas que tenía la gente, pero que no se daban importancia», afirma a Ical la fisioterapeuta Amalia Yenes.

Recuerda que la incontinencia urinaria se creía normal y se ocultaba, algo que se promocionaba con diversas campañas y marcas de compresas. La situación fue denunciada por el Colegio Oficial de Fisioterapeutas, lo que les obligó a incluir en letra pequeña la recomendación de consultar con un profesional.

«Muchas veces creemos que esta patología en mujeres jóvenes está asociada a un parto, pero no es así. En ocasiones hay usuarias que no tienen hijos, pero presentan problemas de suelo pélvico por su tipo de vida», comenta.

Detalla que se habla de una vida  sedentaria al mismo tiempo que se realizan actividades de impacto, sin olvidar la posible predisposición genética. De ahí que puedan aparecer problemas en mujeres que no han tenido ningún hijo y están por debajo de la barrera de los 30 años.

«Presentamos muy malos hábitos y hacemos cosas que pensamos que son buenas, pero que son totalmente equivocadas. Nos pasamos diez horas sentados en una silla y luego practicamos crossfit o salimos a correr diez kilómetros», añade. 

Al igual que se entiende que hay que hacer estiramientos o ejercicios de fuerza para prevenir lesiones, «se debería hacer un trabajo específico de suelo pélvico antes de llevar a cabo actividades de impacto».

Las mujeres pueden tener problemas de suelo pélvico en todas las etapas de la vida, que pueden provocar una incontinencia urinaria de esfuerzo o de urgencia, con o sin pérdidas de orina, a partir de una sensación de tener que ir al baño. El primer caso se asocia a una actividad que aumenta la presión intraabdominal (toser, estornudar, reír, saltar o levantar un peso), cuya pérdida no es siempre en la misma cantidad.

Incluso en partos por cesárea también pueden aparecer los problemas, ya que «el aumento de peso durante el embarazo puede debilitar la zona del suelo pélvico». 

Por ello, sin olvidar posibles cambios hormonales, recomienda la valoración del suelo pélvico tras el parto, de una forma u otra. Además, con la menopausia, hay mujeres que sufren problemas de incontinencia de la noche al día. Suele relacionarse con un cambio hormonal brusco por el déficit de estrógenos. También puede producirse un prolapso, «que es el descenso de un órgano pélvico», agrega Amalia Yenes.

Aclara que queda mucho camino en el caso de los hombres, porque también tienen suelo pélvico y muchas patologías relacionadas con él. No obstante, puntualiza que son diferentes a las de la mujer, y asociados a problemas de próstata. A mayores, se pueden producir disfunciones eréctiles, funcionales y dolor en las relaciones, entre otros. 

ejercicios. Siempre se ha pensado que para tratar el suelo pélvico hay que realizar los ejercicios de Kegel, que suele recomendar el médico de familia. «Trabajarlo de manera preventiva está muy bien, pero su rehabilitación no es igual», explica.

En ocasiones, hay que «aprender a relajar y hacer tratamientos más específicos desde el abdomen, al ser sinergista con el suelo pélvico, como los hipopresivos».