El derbi palentino entre el Palencia Cristo B y el Becerril del pasado fin de semana fue un partido de altos vuelos. Se marcaron hasta seis tantos en un duelo muy disputado en el que brilló la figura de Rubén Vallejo, el 10 de los del Mariano Haro, que marcó un doblete en un día sin duda especial para él.

Vallejo, protagonista del encuentro, lo radiografió así: «Marcamos al principio, pero ellos nos remontaron al borde del descanso, y esto suele ser psicológico. Sin embargo, la charla durante el descanso nos vino muy bien y salimos convencidos de que íbamos a dar la vuelta al partido».

HOMENAJE. El centrocampista anotó un gol de cabeza y un espectacular derechazo ante el que nada pudo hacer el meta del filial morado. La noche anterior había recibido la triste noticia del fallecimiento de su abuelo, y poco más de un mes atrás había perdido al otro.

«El partido, al ser un derbi, tienes muchas ganas de jugarlo. Yo sentía algo especial, sentía que debía jugarlo a pesar de lo de mi abuelo», declara Rubén. «Luego en el césped tuve esa suerte, creo que ellos estaban allí acompañándome y apoyándome». Ambos tantos los celebró señalando al cielo, para dedicárselos a ambos. «Era un día raro pero el fútbol consiguió hacerme un poco más feliz. El  doblete fue increíble para mí», explica.

«Personalmente, me encuentro en un momento de forma buenísimo. No me lo esperaba después de dos lesiones difíciles, además de  una  operación de rodilla que me tuvo varios meses fuera», comentó el futbolista.

También cuenta cómo es el vestuario y las aspiraciones del Becerril. «Estamos todos muy unidos y tenemos claro que hay que ir partido a partido. De momento ya estamos pensando en el encuentro contra el Turégano». El Becerril recibirá al conjunto segoviano, su inmediato perseguidor en la tabla, el domingo 3 en el Mariano Haro, en un partido en el que Rubén Vallejo espera seguir dando alegrías a los aficionados terracampinos.