Francisco José Riberas Meras (1964), licenciado en Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales por Universidad Pontificia de Comillas (Icade) de Madrid, responde al perfil ejecutivo de quien, desde la base y un buen poso familiar, ha contribuido a que Gestamp ostente una posición de privilegio a nivel mundial en automoción.

De proveedor local pasó en pocos años a ser una multinacional de componentes. ¿Qué destacaría de estos 25 años de existencia?
Ya habíamos hecho antes algunos pinitos sueltos en el sector y lo más importante es que Gestamp es la primera planta hecha desde cero. El plan para ser líderes globales era ambicioso y parecía lejano. Nuestro guión para conseguirlo se basó en tratar de saber qué es lo que querían nuestros clientes, que son grandes fabricantes. Para ello, les hemos seguido y apoyado mundialmente, instalándonos donde ellos tenían sus plantas. En segundo lugar, usando tecnologías en las carrocerías para que, en caso de accidente de coche, se garantice la seguridad al máximo y, sobre todo, para aligerar el peso del vehículo y, con ello, contribuir a reducir el consumo y las emisiones. Compramos, además, algún grupo alemán e incorporamos 10.000 personas, saliendo a Bolsa en 2017. Estos últimos años hemos pasado la crisis como todos y 2021 y 2022 no fueron buenos por la falta de semiconductores y la inflación. Tenemos presencia en Europa, China, Corea, Japón, América del Norte y del Sur y, en África, contamos con una planta pequeña en Marruecos.

¿Cómo ha evolucionado la plantilla y las ventas en Dueñas en tiempos complejos por las repercusiones de la pandemia?
Para nosotros la planta palentina siempre ha sido un ejemplo dentro del grupo. Empezamos con muy pocas naves hasta la gran evolución que tiene hoy a través de la instalación de la línea productiva de estampación en caliente, la más importante del grupo. Tenemos más de 600 empleos entre directos e indirectos y a nivel local trabajamos con Renault, además de los grupo PSA e Iveco, y también hacemos algunas  piezas de Audi para Alemania.

El vehículo eléctrico está revolucionando el mercado. ¿De qué forma le influye a Gestamp y cómo se actúa al respecto?
Es el gran cambio en los últimos 100 años en el mundo del automóvil y nosotros entramos en la necesidad mucho mayor de los vehículos eléctricos de aligerar su peso . Así, somos líderes en la fabricación de cajas para las baterías, (battery boxes), una pieza clave hoy en día.

El sector automovilístico ha sufrido desabastecimientos puntuales  y paros productivos. ¿Cómo han repercutido en Gestamp?
Nosotros no incorporamos microchips, pero los clientes que sí los precisan nos han obligado de un día para otro a parar nuestras fábricas y aplicar flexibilidad laboral. Hemos trabajado mucho para mejorar la productividad y ajustar costes y precios con nuestros clientes.

La irrupción de nuevas tecnologías es constante para fabricar coches. ¿En qué posición se sitúan?
En esta revolución que marca el mundo de la sostenibilidad, las energías consumidas en nuestras plantas son renovables, instalamos techos solares y la chatarra que se genera la reconvertimos en acero casi verde con una economía circular.

Las deslocalizaciones están a la orden del día. ¿Qué futuro tiene la planta de Dueñas?
No existe riesgo ya que fabricamos componentes donde se hacen coches. Debemos luchar porque sigan en España , adaptarnos al  futuro con los híbridos y eléctricos y, sobre todo, seguir siendo competitivos.