Visto para sentencia, 2013-2023

Ical
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Concluye la vista oral por la muerte de seis mineros de la Hullera Vasco Leonesa tras 25 intensas jornadas

Visto para sentencia, 2013-2023 - Foto: Ical

Una jueza, un fiscal, una decena de abogados de la acusación y otros tantos de la defensa, más de 50 testigos y 25 testigos peritos. Son algunas de las cifras del juicio que desde principios de febrero acogió el juzgado de lo Penal número 2 de León por la muerte de seis mineros de la Hullera Vasco Leonesa, a causa de la acción del grisú, el 28 de octubre de 2013 y que se dio por concluido tras las palabras finales de los 16 acusados de homicidios y lesiones imprudentes, a la espera de sentencia y de los previsibles recursos.

Las ocho semanas de vista oral, con largas y densas sesiones, han discurrido con el objetivo de determinar las responsabilidades sobre la última gran tragedia de la minería del carbón en la provincia leonesa, de la que también son víctimas -además de los lesionados supervivientes- los padres, hijos, parejas y amigos a los que ese fatídico día la pérdida de las vidas de sus seres queridos les cambió las suyas para siempre.

Rosas, velas, pedazos de carbón, un casco de minero y carteles con mensajes de petición de justicia y reparación o de reproche a algunas organizaciones sindicales han acompañado, desde el exterior, las jornadas de declaraciones y presentación de pruebas e informes, e incluso se llegó a hacer presentes a los muertos este miércoles, con la colocación de un ataúd y cinco cuerpos cubiertos con sábanas a escasos metros del lugar por el que accedían a la sede judicial algunos de los acusados.

La sucesión de los interrogatorios puso de manifiesto la escasa familiaridad de parte de los letrados del caso con una mina de carbón y con las labores y el lenguaje específico del sector, lo que provocó que algunos testigos pusiesen en evidencia ese desconocimiento con preguntas, gestos e incluso alguna interpelación. "¿Usted ha estado en una mina?" se escuchó en varias oportunidades a los declarantes.

El envío de mensajes o la entrega de notas fue frecuente entre los acusados que acudieron a todas las sesiones y sus abogados y la jueza tuvo que llamar la atención en varias ocasiones a los letrados y a los comparecientes, alguna de ellas para reprocharles el uso de palabras malsonantes y en otras para recordar que ante la gravedad de los hechos juzgados no procedían las sonrisas que se pudieron ver en determinados momentos.

"Si pudiera dejar de mascar el chicle para la declaración", dijo la magistrada en una ocasión a un testigo y otra señaló: "Se requiere respeto a todos. Los comentarios se hacen una vez que salgan de aquí. No creo que a estas alturas de celebración lo tenga que recordar".

Entre los lapsus registrados en las intervenciones de los letrados figuran los que implicaron un 'rebautismo' de la compañía minera, a la que llegaron a nombrar como Hulleras Vasco Leonesas o Hullera Vasco Leonera.

Las extensas sesiones, iniciadas sistemáticamente con retraso sobre la hora anunciada por la magistrada, dejaron también entre las 'perlas' reseñables como las aportadas por los letrados "Yo no soy ingeniero, ni lo quiero ser", "Como se llame, yo soy asturiano" o "Voy a bajar directamente al cotilleo". También la música se hizo hueco y una abogada citó la canción 'La planta 14' de Víctor Manuel al señalar: "Quién diría les pillara de sorpresa la tragedia repetida", al igual que las citas a juristas romanos como Gayo y su máxima "Semper in dubiis benigniora praeferenda sunt" (en los casos dudosos se ha de preferir siempre lo más benigno).

Pero ni las anécdotas, los momentos de tensión, las lágrimas, los testimonios emocionados, los intentos de descalificación, las disertaciones encendidas, las exposiciones técnicas, las opiniones, las pruebas y las argumentaciones sucedidas en sede judicial, ni la sentencia que de ellas se derive podrán remediar la pérdida de José Antonio Blanco, Juan Carlos Pérez, Roberto Álvarez, Orlando González, José Luis Arias y Manuel Moure, que aquel lunes aciago encontraron la muerte a casi 700 metros de profundidad.