Tras la controversia inicial, el pasado jueves el Gobierno concretó los detalles del desconfinamiento de los niños. Desde hoy, los menores de hasta 14 años podrán salir entre las 9 y las 21 horas con un adulto -no necesariamente un progenitor- a dar un paseo en el radio de un kilómetro de casa y de un máximo de 60 minutos. Los pequeños, además de andar, podrán correr y llevar sus juguetes, entre ellos el patinete. La mascarilla es recomendable y habrá que mantener las medidas de seguridad: lavado de manos y distancia física. «Máxima prudencia», es lo que solicita el Ejecutivo.

Así, a partir de hoy, más de 8,3 millones de menores -18.000 palentinos- podrán salir después de seis semanas encerrados en sus viviendas, algo que, para los expertos, será positivo «siempre y cuando prime la seguridad». Eso es lo que opina Ángela González, psicóloga y psicoanalista en el Centro Doltó de Palencia e integrante de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. «Estamos ante un acontecimiento inédito, por lo que aún no conocemos las consecuencias que este confinamiento obligado puede haber tenido en los niños», apunta al respecto.

Lo que sí ha observado González es que los niños «quieren ir a la calle, al parque y hasta al colegio, porque han perdido el contacto entre iguales». «Extrañan el recreo, estar con sus compañeros y ver a sus abuelos», añade. Con respecto a las demandas de los menores, la psicóloga y psicoanalista asegura que una queja generalizada es el «exceso de tareas». Y es que a los deberes propios del colegio, se suman los impuestos por los padres, que siguen trabajando y necesitan mantener ocupados a sus hijos.

18.000 niños palentinos podrán dar un paseo diario desde hoy

«Los niños son los grandes olvidados en todo esto», afirma González, que además de atender a sus pacientes habituales, está viendo a nuevos menores y también a aquellos de familias con dificultades económicas, para quienes el Centro Doltó ha puesto en marcha un servicio gratuito. «Los más pequeños tienen una capacidad de adaptación extraordinaria, entienden que hay algo malo fuera y que no se puede salir. También hay que tener en cuenta que muchos están viviendo un confinamiento de lujo, puesto que tienen todos los medios a su alcance, aunque eso no es garantía de que vaya bien», continúa.

En el lado positivo, destaca también el hecho de que los niños han estado estos días más que nunca con sus padres. «La cercanía geográfica no asegura una emocionalidad sana, pero es cierto que esto es algo que están manifestando los niños. También hay quienes hablan de cierto hartazgo. Esto depende de la edad y de la singularidad de cada paciente», indica González que, en cualquier caso, ve con buenos ojos la nueva medida. «Habrá que ver cómo entendemos el distanciamiento social, pero, a priori, lo veo bien», expresa. 

Carmen Villaizán es pediatra y vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y su opinión es muy similar a la de Ángela González. Villaizán también hace referencia a la «plasticidad» de los más pequeños. «No tenemos evidencias ni datos previos de cómo una situación de estas características puede afectar a los menores, pero lo cierto es que, donde yo trabajo, no hemos tenido que atender consultas graves. Sí que han venido algunos niños con síntomas como tos o fibre, pero nada más», apunta.

18.000 niños palentinos podrán dar un paseo diario desde hoy

La pediatra palentina afincada en Toledo señala, además, que el confinamiento se ha convertido para padres e hijos en una «oportunidad» para pasar más tiempo juntos, pero eso también está provocando cierta «sobrecarga» en los primeros, que tienen que teletrabajar, hacer las veces de profesores y encargarse de la casa. 

Por último, la profesional sanitaria valora positivamente el inicio del desconfinamiento infantil. «Si, efectivamente, la situación epidemiológica lo permite, creo que esta medida les va a venir muy bien, tanto a los niños como a los adultos que viven con ellos. Necesitan actividad física y que les dé el sol», manifiesta Villaizán.