Son las cosas que suelen pasar en las pruebas de pista cubierta. Óscar Husillos estaba remontando para alcanzar un buen puesto y, especialmente, una buena marca que le diese el pasaporte al Europeo, pero se vio obligado a frenar debido al campo de calle del británico Haydock-Wilson, al que estaba a punto de superar.

A Husillos le gusta coger la cuerda en el primer giro para luego no tener que ganarse la posición con codazos y tener que hacer más metros en otra calle. Salía por la 3 y no fue buena su salida, dado que en el primer 200 era cuarto. Tocó remontar y lo estaba haciendo. En la corta recta final tuvo que abrirse hasta la calle cuatro pero vio frenada su poderosa zancada por el atleta británico, impidiéndole hacer una buena marca y entrando casi al trote a la meta. Fue último con un tiempo de 46''98. Con una mejor salida y sin ese contratiempo podía haber logrado en Torun (en la segunda prueba del World Tour indoor) la mínima europea (46''35). La tiene en sus piernas. En Madrid, la próxima semana, en el Nacional, tiene la opción, sin obsesionarse. 

La carrera pareció una final del Europeo, con seis atletas del viejoContinentete. Ganó el sueco  Carl Bengtstroom (46''15) por delante del danés Vedel.