Intercambio hispano-luso en pro de la atención sociosanitaria

David Herrero (Ica)
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Las Hermanas Hospitalarias acoge a seis profesionales de Portugal para ampliar conocimientos y mejorar la calidad de los cuidados a discapacitados

Intercambio hispano-luso en pro de la atención sociosanitaria - Foto: Brágimo ICAL

Ampliar conocimientos y mejorar la calidad de los cuidados en la atención a personas con discapacidad. Ese es el eje principal del intercambio en el que participa el centro palentino de Hermanas Hospitalarias con otros compañeros portugueses de la misma entidad, una iniciativa que parte de un proyecto europeo de la mano de Erasmus+ de movilidad.


Durante cuatro días, un total de seis profesionales (tres psicólogos, dos enfermeros y una logopeda) se suman al equipo del centro sociosanitario para comprobar de primera mano el trabajo que se lleva a cabo, gracias a un modelo centrado en las personas con más de diez años de trayectoria, el cual no han desarrollado todavía en Portugal.


Aunque los centros del país vecino son también sociosanitarios, al trabajar con personas con discapacidad, el director de Enfermería en Hermanas Hospitalarias de Palencia, Emilio Negro, señala que se ubican en un ámbito residencial tradicional, sin el paradigma palentino, que se centra en la persona.


Detalla en declaraciones a Ical que los seis compañeros acompañan a otros trabajadores de su misma rama profesional para recibir la información de sus funciones y observar su rol en el ámbito laboral dentro de la atención a la discapacidad.


Negro deja claro que la intención es llevar todo lo aprendido a su zona de trabajo y ponerlo en práctica, sin perder el contacto para seguir avanzando en determinados aspectos o áreas, dado que sus usuarios tienen «las mismas necesidades y ambiciones de vida que las personas residentes aquí».


Tal es así que, la atención que se ofrece en el centro de Palencia se enmarca en un «modelo de intervención que está muy individualizado y personalizado», por lo que ellos aprenden las diferentes fases de evolución que ha experimentado dicho programa de atención implementado, agrega.


Intercambio de conocimientos.

Durante los cuatro días, la estancia se reparte en dos jornadas de formación en relación al modelo de atención, de apoyo y arquitectónico, ya que este último es singular, al pasar por las unidades de convivencia y las viviendas dentro del entorno sociosanitario. 


Sin olvidar que se dan a conocer las pautas del modelo de gestión del voluntariado, así como el relativo al ocio y deporte. Tras ello, se llevan a cabo tareas de observación de todo lo aprendido durante otras dos jornadas más.
Eugenia Pereira, Rute Ferreira, Raquel Queiróz y João Ferreira, cuatro de los seis profesionales del país vecino desplazados, consideran muy positiva la experiencia, al haber sido una «oportunidad enriquecedora por intercambiar conocimientos con compañeros de profesión y poder aprender diferentes prácticas, porque en Palencia se hacen cosas diferentes a las de Portugal». De tal manera, explican a la Agencia Ical que «se llevan buenas prácticas que quieren implementar en sus centros», como es el caso del proyecto de vida, el cual está centrado en la persona con discapacidad y cuenta con un itinerario y una serie de objetivos por lograr, a modo de integración social, afirman.


Ponen en valor la práctica de la formación del asistente personal, algo también presente en Portugal, aunque de diferente forma, ya que, en Palencia, el personal que asiste al usuario también tiene reconocido algún grado de discapacidad. «Creemos que es una idea muy innovadora», concluyen los profesionales lusos, agradecieron el trato recibido y el aprendizaje.