Feliz año nuevo

Alberto Moreno
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ElBecerril, con su meritorio triunfo ante el Virgen del Camino, remontando en los minutos finales, cierra el mes de enero con el balance de tres triunfos y un empate. Míkel y Veintimilla, los goleadores

Feliz año nuevo - Foto: Sara Muniosguren

El Becerril está lanzado en este 2023, con un mes de enero casi inmaculado, con tres triunfos y otro que se escapó de aquella manera en los instantes finales ante el Santa Marta.

El de ayer ante elVirgen del Camino fue la victoria de la convicción, de la fe. Es cierto lo que dice su técnico, Francis Olea, en otras condiciones, no muy lejanas, el Becerril hubiese perdido este encuentro.Pero al cuadro morado le ha cambiado la cara con el cambio de año. Sabe a lo que juega y cree en lo que hace. Tiene además una plantilla muy motivada e implicada, aparte de numerosa. Ello hace posible que no se noten las ausencias, que siguen produciéndose. Otrora, cada baja era un drama casi irreparable.

Pasan los años y el cuadro leonés sigue siendo el mismo: juego directo, peligro a balón parado y un físico que supera ampliamente al de su rival de turno. Cuando les ves entrar por la puerta del estadio uno se pregunta si no se han equivocado y traído al equipo de la sección de baloncesto.

Por eso, su juego se basa en este otro fútbol, ni mejor ni peor, diferente. En su casa lo dominan a la perfección. Fuera de ella se sienten más cómodos en campos de características semejantes, como sucedió ayer. A las dimensiones parecidas hay que sumar que el viento impide rasear el balón y que incita a sacárselo de encima. Así que el cuadro visitante estaba casi en casa. Sin los centrales habituales, Olea tuvo que echar mano de Riki y Diego, dos bases ante pivots. Todas las prolongaciones en la medular eran visitantes, dominando el juego por el cielo.

Lo importante era no conceder acciones a balón parado, donde elVirgen del Camino impone sus fuerzas aéreas. Lo logró el Becerril, que mantuvo el partido equilibrado ante la revelación de la temporada en este GrupoVIII. Con el viento a favor en la segunda parte, incluso la balanza se decantaba por los moradps. Pero llegó lo inesperado, o lo esperado, según se mire. Una faltita innecesaria en el lateral, una opción de jugada de estrategia visitante y el gol en su primera llegada con peligro. Avisados estaban, pero es complicado pararles en estas acciones.

Olea movió ficha de forma inmediata. Sacó a Kuko para darle profundidad en la banda, a Blanco para manejar la medular y a los livianos Zen y Fran. Y la respuesta fue inmediata, cuando se acercaba el final del choque. Centro del japonés y remate de Míkel Prieto, al que se le caen también los goles en Tercera. Y poco después llegaba la culminación de la remontada en un soberbio remate de cabeza de Veintimilla.  

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