Sin darnos cuenta ya estamos en el último trimestre del año y en este primer mes que significa sementera, en el que se supone que la tierra está preparada para recibir la semilla del nuevo ciclo agrario. Pero la sequía viene transformando las ilusiones del labrador en estos inicios de octubre en los que la siembra depende de lluvias otoñales. Tras el veranillo de San Miguel aparecen los primeros fríos como preludio del invierno, pero este año de extrema sequía y calores intempestivos se presenta un panorama sombrío de sementera. Uno de los trabajos más importantes en regiones cerealistas como la nuestra, que se resume en los mismos vocablos: siembra, sementera, simiente, sembrado, haza, sembrador y sembrar.
Semilla y simiente son unos sinónimos que alternan en el léxico castellano y aparecen en los refranes más antiguos, algunos de los cuales se han transmitido en la tradición oral tras generaciones. Aconseja un refrán al labrador: Que estando el suelo dispuesto, echad la semilla presto. Es la base de toda la futura vida del campo y no es de extrañar su riqueza paremiológica, tanto en su sentido material, estricto como figurado. Refranes dedicados a ensalzar la labor de la siembra como premisa de una vida: Planta, siembra y cría y vivirás con alegría. Y es que la sementera, está grabada en la memoria genética del labrador y lleva consigo una serie de connotaciones morales ligadas al concepto cristiano de justicia divina, de dar a cada uno según sus obras, de preparar en la vida terrenal la cosecha celestial.
Este año de sequía, la época precisa de octubre de sementera fue esta pasada semana de cuarto creciente, sin lluvias otoñales necesarias para asegurar con éxito una buena sementera. Han sembrado colza, cereales y leguminosas para forrajes que necesitan un grado de humedad para asegurar el nacimiento antes de que lleguen las primeras heladas del otoño. Los refranes aconsejan que llegado el tiempo no debe demorarse las siembras a pesar de las inclemencias climatológicas: Más vale sembrar en seco que hacerlo tarde. Las tecnologías de siembra de precisión permiten satisfacer una de las exigencias de la agricultura moderna.