¿Cuándo estarán todos vacunados contra el Covid-19? Esa es la gran pregunta a la que todos quieren dar una respuesta, puesto que de ello depende que podamos recuperar gran parte de la vida que se tenía antes de la irrupción de la pandemia. Una cuestión para la que nadie tiene una contestación segura y que solo los modelos matemáticos pueden predecir.

El realizado por CovidModel.es  calcula que al ritmo de vacunación actual solo se llegará a vacunar al 21% de la población adulta para el 30 de junio, y que el objetivo del 70% fijado por Bruselas no se alcanzará hasta abril de 2022. Es una predicción para Castilla y León pero que bien sirve para la provincia. 

Ese horizonte estaría mucho más cerca, en septiembre de este año, si se saca de la ecuación a las personas que tienen anticuerpos, tanto por vacunación como por contagio natural, unas 26.028 en la provincia si se tienen en cuenta los 17.669 casos confirmados y los 8.459 palentinos que ya han recibido las dos dosis.

Según los cálculos de la Delegación Territorial de la Junta en Palencia, se necesitarán unas 340.000 dosis para inmunizar a la mayor parte de la población. A día de ayer, se habían administrado 22.825, es decir, el 6,7 por ciento del total.

Datos que, aunque no lo parezcan, si se comparan con el camino que aún queda por recorrer, son buenos, ya que Castilla y León lidera con Asturias el calendario de vacunación en España.

El modelo matemático de CovidModel.es  deberá recalibrase en el momento en el que aumenten los envíos de Pfizer, Moderna y Astra Zeneca, y la próxima posible aprobación de una nueva vacuna: la de Janssen. De hecho, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, se mostró ayer «muy optimista» con la posibilidad de incrementar el ritmo de vacunación debido al «incremento en la producción de los laboratorios y con la aprobación de una cuarta vacuna».

Un escenario que todos desean que llegue cuanto antes pero para el que todavía hay que esperar. Mientras tanto, la recomendación es seguir confiando en las medidas impuestas de uso de la mascarilla y el gel hidroalcohólicos, y evitar las concentraciones de más de seis personas.

9 contagios, un fallecido. Y es que aunque la tercera ola ya se puede dar por superada, aún se siguen produciendo contagios en la provincia. Ayer, según los datos de la Junta, se produjeron 9, lo que sitúa el total en los 17.669 antes citados. Además, se siguen produciendo fallecimientos, ayer uno más que eleva la cifra a 419 solo en el Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa).

Ayer, Francisco Igea se refirió también a la presencia de nuevas variantes del virus en la Comunidad, como la brasileña, la sudafricana o la británica, refiriendo, con respecto a esta última, que aunque no hay una «cifra global» de su presencia en Castilla y León, sí es la variante «prácticamente mayoritaria» en las provincias con mayor incidencia en la tercera ola, como Palencia y Soria. «Nuestra preocupación a este respecto es mucha», concluyó.

Además, ayer se registró un nuevo brote -hay 13 activos- y el número de casos se ha elevado a 52. La buena noticia es que las altas hospitalarias siguen al alza, con 6 pacientes menos en planta, de forma que ahora mismo hay 40 ingresados. La mala es que la UCI registró un ingreso más y elevó al 40% su ocupación con un total de 16 pacientes.

Por último, señalar que la Plataforma de Afectados por la Hostelería y Afines de Palencia salió al paso del «desconcierto por la cambiante información transmitida» por la Junta de Castilla y León sobre la apertura de interiores el próximo lunes. «Ante esta lucha de egos, total improvisación, cambios de criterios de última hora como si de una tirada de dados se tratara, queremos dejar claro que la hostelería no quiere salvar la Semana Santa, lo que no quiere es volver a cerrar», aseveran, recordando su situación crítica.

Satse denuncia los bajos sueldos de las enfermeras

El sindicato de enfermería, Satse denunció ayer que los salarios que perciben las enfermeras que trabajan en el Complejo Asistencial Universitario de Palencia (Caupa) tienen las retribuciones más bajas de todo el Sistema Nacional de Salud y perciben apenas tres euros la hora cuando trabajan en el turno de noche.

«Las enfermeras hacen 10 horas de turno, sin posibilidad de descanso y a un precio irrisorio de 3,6 euros la hora», aseguró Satse, que añadió que «no existe ningún profesional, tras cuatro años de formación universitaria y con ese nivel de responsabilidad, que perciba unas retribuciones tan vergonzosas». 

«Lógicamente, la escasez de enfermeras en Castilla y León tiene una causa: la desidia de la Junta a la hora de aplicar una retribución justa y mejorar los contratos y las condiciones de conciliación y desarrollo profesional que sufrimos en nuestra comunidad», afirma Satse, que anuncia movilizaciones.