En torno a unos 60 trabajadores de los 300 de la residencias Puente de Hierro y el CAMP, adscritos a la Consejería de Familia, se concentraron ayer ante la Gerencia de Servicios Sociales y reivindicaron mejoras laborales. «No se contrata personal, se deniegan permisos, se quitan descansos y desde 2007 no se revisa la relación de puestos de trabajo (RPT)», dijo Teresa González, presidenta del comité de empresa por UGT.
«Cuando se revisó la plantilla eran centros de válidos, ahora son de grandes dependientes y las unidades de convivencia no existían», añadió Saturnino González, de CCOO. «Estamos abandonados, exhaustos y el trabajo sale redoblando esfuerzos cuando hay bajas por distintos motivos», concluyó Alicia Capa, de CGT.