Zunder Palencia, ¡qué lindo peluche!

Alberto Moreno
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Clara victoria morada en un gran encuentro ante el Lleida, lo que le acerca a la final de la Copa

Zunder Palencia, ¡qué lindo peluche! - Foto: Sara Muniosguren

El Príncipe Zunder está un paso más cerca de la Princesa de Asturias (la Copa, hay que aclarar), tras derrotar a otro aspirante al trono, el Lleida. Tres jornadas restan para acabar la primera vuelta, la que dictamine los dos finalistas. Andorra y Zunder están empatados con una derrota, Estudiantes (próximo rival colegial en Madrid) tiene tres y Lleida está a cuatro. Los de Pedro Rivero lo tienen en su mano, aunque su calendario no sea fácil. 

Décima tercera victoria de la temporada. Calca los números del Quesos Cerrato de la temporada 2015-16, la del título liguero, la del título copero, la del ascenso en diferido nunca concretado. 

Tras una irregular puesta en escena de los locales (0-6), el Zunder, nunca mejor dicho, se puso las pilas. McGrew fue el encargado de encender el interruptor y le acompañaron los otros dos estadounidenses del plantel, Schmidt y Wintering (impresionante en este primer cuarto, diez puntos), para darle la vuelta al marcador (17-13) coincidiendo con la entrada y el debut de la última incorporación colegial, Kasibabu.

 Esta reacción local, animado por un público entregado que llenó el pabellón, provocó el tiempo muerto del técnico catalán. Poco efecto produjo, el primer cuarto terminaba con un 24-13  (tras un parcial de 13-0). . Kasibabu evitó el pleno de puntos de los jugadores estadounidenses con un espectacular mate sobre la bocina. Impresionantes cinco minutos del Zunder en el momento en el que se le encendió la luz.

En el segundo cuarto intentó mantener el alto ritmo de juego, es la ventaja que se tiene cuando se cuenta con un plantel amplio, equilibrado, comprometido y de calidad. Primer intento de remontada ilerdense, 26-18 a 6'27'' del descanso, era parado por el tiempo muerto de Rivero. El ataque local era un tanto espeso, pero su defensa le mantenía con ventaja en el marcador. Era evidente que el cuadro catalán iba a reaccionar tarde o temprano, porque calidad tiene para ello. Lo importante es que fuese lo menos impetuosa posible. Y así fue, 38-30, tras unos últimos minutos más acertados ofensivamente de los morados, culminado con un triplazo final de Germán Martínez. Carrera empezaba a aparecer, pero los palentinos ni se cebaron ni se centraron en el venezolano. Los puntos que importan son los del colectivo, no los individuales.

En el descanso llegó otra victoria, pero solidaria. Poco más de treinta peluches se precisaban para los niños de familias desfavorecidas. Pues se multiplicó por más de diez. No es de extrañar los gestos de emoción de un voluntario de Cruz Roja lanzando besos de agradecimiento a la grada cuando los recogía del parquet. Una vez más, y van muchas, Palencia demostró su  implicación solidaria.

La ventaja aumentó hasta los doce puntos al comienzo del tercer cuarto, pero sonó la primera alarma, la tercera personal de Wintering, hasta ese momento en más acertado de los morados, con una espléndida dirección de juego, alto ritmo y acierto anotador. Pero Germán es otro jugadorazo, un base no ya en formación, sino con una proyección descomunal. No sólo mantuvo el alto ritmo del equipo, sino que lo aceleró, tomando incluso responsabilidades ofensivas. Pero Lleida no estaba muerto, ni mucho menos, otra reacción visitante acortaba la diferencia a seis puntos. Fue un espejismo, la primera canasta del marine Ortega y un triplazo de McGrew la aumentaron a once. Más alarmas en la dirección de juego, llegaba la cuarta falta del andaluz Germán Martínez. 56-50 al final del tercer cuarto, aguantó el tirón visitante el Zunder.

La diferencia en el rebote, dominado habitualmente por los palentinos, provocaba que la distancia se acortase, pero era suplida con el acierto desde el triple, especialmente de Wintering. Kalibabu intimidaba a Carrera y levantaba a la grada. Otro que se suma a la causa. La diferencia volvía a dispararse, llegando hasta los 18 puntos, a siete para el final. La unidad B, Manu Rodríguez-Kostadinov, sumaba. Lleida va a la Carrera individual. Zunder lo hace en contrarreloj de equipos. 

Chumi Ortega, que no estaba especialmente brillante o, cuando menos, a su altura habitual, que es muy alta, tomaba el mando. La cuestión era mantener la renta. +14 y lanzados a por la Copa.