Los rescates de montaña superan a los de 2018 y 2019 juntos

ALBERTO ABASCAL
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Los Greim han realizado 18 actuaciones desde que comenzó el año, frente a las siete registradas en 2019 y las seis de 2018. Son un 242% más que el año pasado

El sargento primero de los Greim, Enrique Ferrero.

Un montañero de 67 años tuvo que ser auxiliado el pasado 4 de septiembre tras resultar herido en la cabeza cuando se encontraba en la cara norte del pico Espigüete  en Velilla del Río Carrión. Una llamada alertó de la presencia de un montañero que sangraba abundantemente de una herida en la cabeza, al que localizaron cuando descendía por la cara norte del mencionado pico. 

La incidencia fue comunicada al Centro Coordinador de Emergencias de Protección Civil, que activó el helicóptero con dos rescatadores, a la Guardia Civil, a los Bomberos de Palencia y Emergencias Sanitarias-Sacyl, que movilizó una ambulancia de soporte vital básico y un equipo médico de Guardo. 

Tras establecer contacto visual con el montañero herido, que se encontraba encima de la cascada de Mazobre, los rescatadores descendieron hasta el lugar con ayuda de la grúa. Ya en la zona, estabilizaron al herido y le inmovilizaron en una camilla con colchón de vacío. A continuación, le portearon unos 20 metros hasta una zona en la que le pudieron izarlo hasta el helicóptero con ayuda de la grúa.

Un miembro de los Greim se prepara con el material indispensable para realizar un rescate de montaña.Un miembro de los Greim se prepara con el material indispensable para realizar un rescate de montaña.El helicóptero de rescate trasladó al montañero hasta Guardo donde esperaban un médico de Sacyl y una ambulancia. Tras ser valorado por el personal sanitario, fue evacuado en ambulancia de soporte vital básico al hospital Río Carrión.

Este es el relato de una de las 18 actuaciones a las que han tenido que hacer frente a lo largo de este año los miembros de Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia Civil (Greim) en la montaña palentina. Un número realmente inusual teniendo en cuenta que durante 2018 atendieron solo seis urgencias, mientras que en 2019 lo hicieron en siete ocasiones.

Sin embargo, este año la estadística se ha disparado hasta las 18 actuaciones, si bien, por fortuna, en ninguna de las ocasiones requeridas hubo que lamentar fallecidos. Los largos meses de confinamiento avivaron las ganas de explorar las rutas y senderos de la montaña palentina tras la apertura de espacios, pero, en ocasiones, de una manera imprudente al desafiar a la naturaleza con una escasa condición física, con material totalmente inadecuado y con nulo conocimiento de las tecnologías, algo que marca la diferencia entre perder o salvar la vida de una persona. «Muy poca gente sabe que  en la montaña, en muchas ocasiones, no hay cobertura para el smartphone o hay zonas de sombra. Sin embargo, colocando el dispositivo en modo avión el equipo de rescate puede conocer la situación del montañero o senderista herido por la cartografía que registra su posición», apunta a Diario Palentino el sargento primero del Grupo de Montaña (Greim) de la Guardia Civil con base en Sabero (León),  Enrique Ferrero Rodríguez.

El experto de la Guardia Civil, conocedor como pocos de la montaña palentina, subraya que este año las incidencias se han desatado probablemente por dos causas fundamentales: «Por la situación sanitaria en la que nos encontramos, la gente ha hecho más turismo de interior y se ha alejado de las costas. Esta situación ha propiciado la salida a la montaña, pero, en ocasiones, con escasa experiencia sobre el terreno (ropa y calzado inadecuado o escaso conocimiento de la zona) y, por otro lado, los montañeros que habitualmente acuden al Pirineo u otras zonas montañosas del país este año se han quedado en zona de la montaña palentina o leonesa, evitando así los desplazamientos».

los greim. El aumento de las actividades al aire libre durante la década de los 60 trajo consigo la necesidad de rescatar a personas accidentadas o extraviadas en áreas de montaña. Por entonces, los avisos de accidente eran recibidos en primer lugar por los puestos de la Guardia Civil, que los atendían con los medios a su alcance. 

En 1967 se crearon las Unidades de Esquiadores-Escaladores, encargadas tanto del rescate en montaña como de la vigilancia de los pasos fronterizos en los Pirineos. En 1981 se reorganizó el servicio creándose los actuales Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (Greim).

A lo largo de los años, el servicio de montaña se ha ido adaptando a las nuevas necesidades. En la década de los 80 comenzó en algunas zonas del Pirineo una intensa actividad de barranquismo que requirió la correspondiente evolución de los especialistas de montaña. A principios de la década de 1os 90 su actividad se extendió a cavidades subterráneas y al espeleosocorro. De hecho, estos guardias civiles también se especializaron en el rescate en medio acuático. 

Debido a la dificultad orográfica de las zonas de actuación, las acciones de rescate se realizan frecuentemente en colaboración con el servicio aéreo de la Guardia Civil. Las misiones de estas unidades pasan por el rescate de personas, investigación de accidentes, conservación de la naturaleza, seguridad ciudadana en instalaciones deportivas de montaña, estaciones de esquí y competiciones deportivas y colaboración en la prevención de accidentes y promoción de la seguridad en montaña.

El sargento primero Enrique Ferrero Rodríguez subraya que la montaña palentina tiene un gran encanto pero también sus peligros: «Hay zonas o rutas bastante asequibles como Mazobre, Lomas o Las Tuerces pero hay otras bastante más peligrosas como la cara norte del Espigüete, Peña Prieta o el pico Murcia, sobre todo en invierno. Para acercarse hasta estas zonas hay que tener una gran experiencia sobre el terreno».

 

«El perfil del montañero y el senderista ha bajado mucho»

Enrique Ferrero. SGTO. PRIMERO DE LOS GREIM DE LA GUARDIA CIVIL

ACTUACIONES DE LOS GREIM POR MESES

 

Forma parte de un grupo de 10 agentes que desafían las leyes de la naturaleza con el único objetivo de salvar vidas. Anteponen su propia seguridad con el propósito de que la montaña no se cobre su factura en forma de víctimas.

Las estadísticas dicen que este año se ha notado un incremento en los rescates y auxilios en la montaña.

Es verdad. Incluso hemos tenido hasta tres rescates en un mismo día. Tras el confinamiento, la gente tenía ganas de disfrutar de la naturaleza y los pueblos de la vertiente leonesa y palentina tienen mucha vida. El hecho de apostar más por las localidades de la montaña ha propiciado muchas más salidas y, por ello, más percances. Además, los deportistas montañeros también se han quedado por las montañas de León y Palencia, evitando los viajes a otras zonas tradicionales como los Pirineos y todo ello, en su conjunto, se ha visto reflejado en las estadísticas.

¿La sociedad es consciente de lo que supone subir a la montaña con los peligros existentes?

Yo creo que en muchas ocasiones no. Hay que tener en cuenta que la montaña es un medio hostil. Las temperaturas cambian de forma sorpresiva, la niebla puede aparecer de repente e incluso la noche se le puede echar encima si un senderista se ha perdido. Una mala elección o falta de conocimientos técnicos puede provocar que un rescate se prolongue cuatro o cinco horas y, en este caso, si hay heridos la situación puede ser grave. Por lo demás, creo que el perfil del montañero o senderista ha bajado mucho porque ahora no se suele llevar encima botiquín, ni gps; no hay excesiva planificación sobre la ruta a realizar y, además, en muchas ocasiones se utiliza calzado y ropa para nada adecuados para la ocasión.

¿Se puede hacer una radiografía del accidentado?

Nos encontramos con aficionados que disponen de escasa información del terreno que pisan y con pocas horas de montaña. Vemos a gente de entre 30 y 50 años que desconoce las utilidades de las tecnologías y luego tenemos otro tipo de personas, de entre 60 y 70 años, que prefieren hacer senderismo solos y cuando sufren un percance se encuentran en verdaderas dificultades. Hay que estar muy preparado para hacer montañismo o senderismo y, sobre todo, hay que adoptar todo tipo de precauciones.

¿Cuántos agentes forman parte del Greim?

Nosotros formamos un equipo de diez agentes. Contamos con dos vehículos aunque estamos a la espera de un tercero. El material del que disponemos es variado y el habitual para montaña, desde chalecos de flotación hasta material de esquí, espeleología y socorrismo. No nos faltan elementos indispensables para hacer puntos calientes para adentrarnos en cavidades o cuevas. Ni que decir tiene que contamos con el inestimable apoyo de la Unidad Aérea de la Guardia Civil, que realiza auténticas filigranas para acercarse hasta las rocas si es necesario, y, además, con la Junta de Castilla y León tenemos un convenio para poder utilizar un helicóptero-grúa. 

¿Se sienten valorados en su trabajo?

La verdad es que sí, sobre todo en el conjunto de la sociedad montañera. Notamos su apoyo y aliento y eso es muy de agradecer. De hecho, en muchas ocasiones conseguimos crear un vínculo muy estrecho entre nosotros y con las víctimas (o sus familias) que hemos rescatado. En este punto tengo que decir que la solidaridad es total y manifiesta Enrique Ferrero.

 

ENERO

-Rescate de un senderista con varias fracturas en el paraje Barbacana-Peña Barrio.

-Rescate de un montañero en el pico Murcia con fractura abierta en pierna.

JUNIO 

-Rescate de un perro de grandes dimensiones con las patas traseras lesionadas y que acompañaba a dos montañeros durante la bajada del pico Espigüete.

-Auxilio de un montañero en pico Peñalabra.

-Rescate de una persona accidentada en una ladera de Autilla del Pino.

-Rescate de una persona desaparecida entre Piedrasluengas y la sierra de Peñalabra. Al parecer, se desorientó por la densa niebla.

JULIO

-Rescate de un montañero en el pico Tremaya.

-Rescate de una senderista accidentada en una ruta entre Cardaño de Arriba y lago Las Lomas. Presentaba lesiones en una pierna que le impedían moverse.

AGOSTO

-Rescate de una persona en el pico Tres Provincias por una fractura en tibia y peroné.

-Rescate de un senderista en pozo Oscuro. Estaba perdido por la niebla.

-Rescate de una senderista herida con esguince en tobillo en la senda de la Tejeda de Tosande.

-Rescate de dos montañeros que se habían quedado aislados en el Curavacas sin posibilidad de descender.

-Rescate de un montañero lesionado por una caída en el pico Peña Prieta.

-Rescate de una persona por agotamiento físico y de reservas en el pico Espigüete.

-Rescate de un senderista por dolores abdominales en Fuente Cobre.

-Rescate de un montañero que había sido arrastrado al caer una piedra de grandes dimensiones, causando fractura abierta en un brazo.

SEPTIEMBRE

- Un montañero tuvo que ser auxiliado tras resultar herido en la cabeza cuando se encontraba en la cara norte del pico Espigüete.

-Un senderista es auxiliado al sufrir una fractura de tobillo en la senda la Pedrosa de Brañosera.