PASIONES Lo que más le gusta a Rubén Gil es pasear con los perros por el monte y los entornos de Monzón de Campos, momento del día que aprovecha para escuchar música y disfrutar de las vistas de la localidad y de su emblemático castillo. A este joven, defensor del medio rural palentino, le gusta practicar el running para mantenerse en forma.
TRAYECTORIA Hace algún tiempo estuvo trabajando en una cuadrilla forestal de mantenimiento por los pueblos del Camino de Santiago a su paso por la provincia, y ahí se dio cuenta de que hay mucha magia y vida en ellos. Actualmente, cursa un módulo de soldadura. Considera que hay que seguir formándose, porque el saber no ocupa lugar.
1. Paseo por el castillo de Monzón de Campos y sus alrededores. «Este paseo por el castillo (actualmente cerrado, lo cual es una pena) es muy especial para mí. Lo hago diariamente con los perros y aprovecho el momento para admirar la belleza de los entornos de esta localidad terracampina de la que procedo y en la que resido. Además, es una zona que tiene mucha afluencia de público».
2. Fuente del Val. «Esta fuente, ya restaurada por un grupo de voluntarios del pueblo de Monzón, está en la subida del castillo, antes de llegar a los molinos de viento. Antiguamente los pastores paseaban al ganado por esta zona y daban de beber a los animales en esta fuente. Es muy recomendable visitarla para disfrutar del paisaje».
3. Barrio de la Azucarera. «Quiero hacer una especial mención al barrio de la Azucarera, perteneciente a Monzón de Campos. Me da mucha pena que la fábrica esté cerrada, porque el pueblo se basaba prácticamente en eso. Había mucha gente trabajando allí y con el cierre un gran número familias tuvo que emigrar hacia otros lugares en busca de un futuro. Por todo ello, el pueblo perdió muchos habitantes».
4. Iglesia del Salvador. «Monumento muy visitado, muy bonito e interesante, también en Monzón. Allí me bautizaron, recibí la primera comunión e hice la confirmación. Guardo muy buenos recuerdos ligados a esta iglesia».
5. Puente del río Carrión. «Por allí pasan muchos vecinos a dar el paseo, alguno también a pescar. Todos los años, en agosto, se rememora en el entorno del puente la Batalla Nabal de los moros y cristianos, una fiesta medieval que también tiene una gran afluencia de público».
6. Fiestas de San Antonio y del Salvador. «El 13 de junio se celebra San Antonio de Padua, patrono de Monzón, y el 6 de agosto la Fiesta del Salvador. Ambas celebraciones son muy importantes, sobre todo la de agosto por la gran afluencia de turistas, visitantes y veraneantes que tienen familia en Monzón y que se acercan cada año hasta el pueblo para disfrutar de las fiestas. Mención especial merecen mis amigos de la Peña la Coope, con los que he disfrutado mucho de las fiestas».
7. Mirador de Piedrasluengas. «Situado en la Montaña Palentina. Guardo un buen recuerdo de ese espacio porque cuando lo visité estaba todo el paisaje nevado. La estampa es muy bonita. Creo que es un lugar muy recomendable para todo tipo de públicos».
8. Pueblos palentinos del Camino de Santiago. «Cuando trabajé con los compañeros de mantenimiento del Camino de Santiago por diferentes pueblos de Palencia, como Itero de la Vega, Boadilla del Camino, Frómista, Población, Revenga o Villarmentero, y por la zona del Boedo y la Ojeda, me di cuenta de que estos localidades, a pesar de perder población, tienen todavía mucha vida y, sobre todo, mucha magia si te paras detenidamente a observarlas. Aquellos trabajos fueron una experiencia única e inolvidable, sobre todo por los compañeros, muy trabajadores y, por encima de todo, buenas personas».
9. Calle y plaza Mayor de Palencia. «Son los núcleos principales de la ciudad. Por ellos pasan cada día cientos de personas para hacer su vida diaria, ir al trabajo, de compras... Allí, lo que más me gusta es tomarme un café tranquilamente y leer el periódico en la terraza de algún bar para estar al día de las últimas noticias. Tranquilidad absoluta».
10. Catedral de Palencia. «No quería dejar escapar la oportunidad de hacer especial mención también a la Bella Desconocida. En su interior está la cripta de San Antolín, único resto de la primitiva catedral visigótica construida en la segunda mitad del siglo VII. Posteriormente, se añadieron elementos románicos. El templo está dedicado a San Antolín, mártir y patrono de Palencia».