Los 76 irreductibles

Loli Benlloch (EFE)
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Poco más de siete decenas de pueblos, de los más de 8.100 que hay en toda España, se mantienen libres de COVID-19 y no han registrado ningún caso casi dos años después de que se desatara la pandemia

Los 76 irreductibles

Dos años y 10 millones de contagios después del primer caso de coronavirus en España, aún se pueden encontrar municipios que no han notificado ningún contagio: son pocos y pequeños, pero pueden presumir de ser los últimos reductos en esta pandemia.

Tras seis olas, la última especialmente contagiosa por la variante ómicron, de los 8.131 municipios que hay en el país siguen libres del virus unos 76, cifra en la que no figuran Castilla y León, que informa por zonas básicas de salud y no por localidades, ni Cataluña, que solo da datos de pueblos de más de 200 vecinos (ninguno de los cuales se ha salvado del contagio).

La región con más pueblos invictos frente a la pandemia es Castilla-La Mancha, con 30, seguida de Aragón (24), La Rioja (13), Comunitat Valenciana (7) y Andalucía y Canarias (1 cada una), según los datos facilitados por los departamentos de salud de las distintas comunidades autónomas. Por el contrario, no se ha librado tras más de 730 días de pandemia ningún municipio de Baleares, Murcia, Extremadura, Asturias, Galicia, Cantabria, Madrid, Navarra y País Vasco, donde en agosto cayó su último reducto, el concejo de Pipaón.

El investigador de la Fundación de Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio) Salvador Peiró cree que «la clave» de los pueblos sin contagios es que «no han tenido ninguna introducción externa» -han salido poco del municipio y ha entrado poca gente-, y en esta ola, «con tantísima transmisión, sugiere un aislamiento muy importante».

Para este doctor en Medicina Preventiva y Salud Pública, el que de los ocho millares de municipios  «unos pocos» no hayan presentado ningún caso «no parece mucho más que un tema de probabilidades, aumentadas si están relativamente aislados y con limitada interacción» fuera de su localidad.

¿Y es posible llegar al final de la pandemia libres de casos? El epidemiólogo considera que, pese a que la transmisión «es todavía muy elevada -y aun de bajada, hay muchísima gente positiva-, es posible que, si mantienen las características que les han salvado durante dos años, muchos de ellos consigan esquivar el contagio».

No bajar la guardia

Otras claves que aportan algunos alcaldes de los pueblos libres de coronavirus en estas 106 semanas son su baja densidad demográfica -ninguno llega a los 800 vecinos y la mayoría está en el centenar o por debajo-, que ha permitido guardar las distancias, junto a la concienciación del vecindario para cumplir las medidas de protección.

Castilla-La Mancha tiene a 30 de sus 919 municipios (el 3,26 por ciento) libres de coronavirus: seis de Cuenca y 24 de Guadalajara, ninguno de los cuales supera los 110 habitantes. El pueblo de mayor población es Zafra de Záncara (Cuenca), cuyo alcalde, Antonio García, afirma que los vecinos «han salido poco» de casa y del pueblo y se han comportado «de categoría».

El alcalde y presidente de la Junta Gestora en Alcolea de las Peñas (Guadalajara), Jesús Parra, considera que han dado esquinazo al virus porque sus siete habitantes «no se han movido mucho» -les han llevado los alimentos para no tener que desplazarse- y han tenido poco contacto, pues el centro social no ha abierto.

En Aragón, 24 de sus 731 municipios (el 3,38 por ciento) no han registrado ningún contagio. Son 13 en Teruel, 10 en Zaragoza y uno en Huesca, con una población que abarca desde los 11 habitantes de Salcedillo (Teruel) a los 90 de Bijuesca (Zaragoza) y que suman en total 873 habitantes, el 0,065 por ciento de la población aragonesa.

En La Rioja, 13 de sus 174 pueblos (el 7,47 por ciento), en los que viven entre cinco y 35 habitantes, han vivido estos dos años sin contagios. La prudencia, según el alcalde de Muro de Cameros, Miguel Ángel Terroba, y el poco contacto entre los vecinos, según el de Ledesma de la Cogolla, Ernesto Hernáez, están detrás de estas cifras.

En la Comunidad Valenciana, siete de sus 542 localidades (el 1,29 por ciento) siguen libres de la COVID-19 (tres en Castellón, dos en Valencia y dos en Alicante). Cinco de ellas de la Ruta 99, impulsada  para dar visibilidad a los pueblos con menos de 100 vecinos.

¿Su secreto? Según el alcalde de Torralba del Pinar (Castellón), Fernando Barrachina, «ninguno», más allá de la responsabilidad de sus 68 habitantes, las campañas de fumigación y el hecho de estar «muy ventilados» y rodeados de una naturaleza que atrae a muchos excursionistas y ciclistas.

El regidor de Sacañet (Castellón), Miguel Gámiz, quien tiene 83 años y dirige el pueblo desde los 65, explica que aunque su alrededor de 85 habitantes han intentado poner todas las medidas a su alcance para que no llegara el virus, también la «suerte» les ha acompañado, y considera que «donde menos gente hay, menos peligro» existe.

Un vecino inglés que lleva más de 20 años viviendo en este pueblecito, Simon Wiltshire, relata que en el confinamiento hicieron «vida prácticamente normal» y pudieron salir a por leña o al huerto, y el concejal Ernesto Orero reivindica que venir a lugares como este es «una terapia» para quienes viven estresados.

Dos regiones tienen un único pueblo que resiste al embate pandémico: Canarias, donde solo sigue libre Betancuria, en Fuerteventura, y Andalucía, donde persiste Benitagla (Almería), con 58 vecinos que nunca han bajado la guardia.