Después de 18 años juntos, ha llegado el momento de decir adiós. Pablo Herrero y el Pizzería La Nonna-Talleres Fran Balopal separan sus caminos, pues el 10 morado se marcha a estudiar fuera.

«Espero que no sea un adiós, sino un hasta pronto, pero acabo mis estudios este año y no sé que me deparará el futuro», comenta.

El capitán ha sido testigo del crecimiento del club palentino durante los últimos tiempos. 

«Es una prueba de lo bien que viene haciendo las cosas este club. Siempre me quedará el recuerdo de aquel ascenso a Primera Nacional. Ese era el máximo al que podíamos aspirar y estoy muy orgulloso de formar parte de ello y hacer visible al Balopal», explica Herrero.

Esta temporada, ha participado en casi todos los choques del cuadro sénior hasta ahora. «Creo que hemos hecho muy buena temporada hasta ahora, pero hemos pecado de irregularidad, y se nos queda la espinita clavada de varios partidos que se podían haber ganado», valora el número 10.

Este sábado, en el Mariano Haro, y contra el Villa de Luanco, será su despedida oficial. «Pensé que sería la semana pasada, pero tenemos una baja inesperada y el míster me ha pedido expresamente que si podía participar estos días. Acepté», explica Pablo, que se había despedido en las redes sociales tras la derrota contra Finetwork Gijón, con el que se cerraba la primera vuelta.

El equipo aprovechará para homenajear al exmorado Juan Carlos Palenzuela, que abandonó la disciplina hace dos años, y es probable que también haya un pequeño detalle para Pablo.