"Somos conscientes que una buena salud no es solo la física"

César Ceinos
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La gerente de Feafes, Ana Martín Villamediana, explica que la asociación atendió 1.100 consultas telefónicas durante el período del duro confinamiento domiciliario ligado al coronavirus, "cuando lo normal era recibir 1.700 en todo el año"

Ana Martín Villamediana, en la sede de Feafes. - Foto: Sara Muniosguren

La vocación de la gerente de la Asociación Salud Mental Palencia (Feafes), Ana Martín Villamediana (Palencia, 1978), siempre fue «trabajar por la salud mental». Estudió TrabajoSocial y Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, y su vida laboral ha discurrido entre San Juan de Dios y Feafes, entidad a la que se incorporó en el año 2007. Comenta que cuando empezó era «la única contratada como trabajadora social y tenía que llevar a cabo todos los programas». Desde entonces, muchas cosas han cambiado en esta organización fundada en 1990 por familiares de personas con enfermedades de salud mental. 

Empezamos por la asociación de la que forma parte desde hace 15 años y que dirige en la actualidad. ¿Qué es Feafes Palencia?

Esta organización se creó con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los colectivos vulnerables de la población, pero sobre todo de las personas con problemas de salud mental y sus familias. También defendemos sus derechos y representamos al movimiento asociativo. Por otro lado, pretendemos ser como una familia y ayudar desde la cercanía. 

¿Cuántos usuarios pasan por Feafes en la actualidad?

Entre la sede de Palencia y las cinco delegaciones ubicadas en la provincia (Guardo, Aguilar de Campoo, Herrera de Pisuerga, Cervera de Pisuerga y Saldaña), atendemos anualmente a unas 900 personas en los diferentes programas que llevamos a cabo. También damos respuesta cada año a 1.700 ciudadanos a través del punto de atención e información. 

¿Cuáles son los principales programas de la asociación?

El servicio de promoción a la autonomía personal es uno de ellos. Mediante diferentes talleres trabajamos habilidades sociales, habilidades básicas de la vida diaria, estimulación cognitiva o rehabilitación psicosocial, entre otras cuestiones. Lo desarrollamos tanto en la capital como en el resto de municipios rurales. 

Asimismo, en nuestro local de la calle Ramírez (esquina calle Doña Urraca) hemos abierto un centro de día y los usuarios vienen durante toda la mañana, de 9 a 14 horas. En ese tiempo desarrollan diferentes actividades.

Realmente, son muchos los programas de la asociación. Algunos de ellos son  los itinerarios de empleo en los que participan más de 100 personas, la atención psicológica personalizada, la asistencia personal de apoyo a domicilio y el grupo de supervivientes del suicidio, que lo creamos en 2010 y fue merecedor de un premio nacional a las buenas prácticas. Se trata de un tema que mucha gente no se atreve a tratar y nosotros pensábamos que era muy necesario.

Por otro lado, cito que tenemos tres viviendas apoyadas en Palencia, que suman un total de doce plazas, y seis casas de emancipación, tres en la capital; dos, en la villa guardense y una, en Herrera.

¿Cuántos profesionales hay detrás de los servicios a las personas con problemas de salud mental?

Somos 40 trabajadores de diferentes áreas: hay psicólogos, trabajadores sociales, integradores sociales, educador social, asistente personal y personal de administración. 

Además, la asociación cuenta con 256 afiliados (familiares y usuarios) y con voluntarios.De hecho, promocionamos su figura entre los propios usuarios. Confiamos en personas que sufren algún tipo de problema de salud mental y tienen conocimiento o capacidades para llevar algún grupo o hacer alguna actividad a través del voluntariado.

¿Qué perfil tiene la gente que acude a Feafes?

Existe una gran variedad, desde gente con diagnóstico de esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno límite de la personalidad o trastorno obsesivo compulsivo a personas con problemas de ansiedad y depresión.

En cambio, no tratamos problemas como la ludopatía o los trastornos alimenticios, ya que cuentan con asociaciones especializadas. Hay personas que vienen a AsociaciónSalud Mental Palencia con un diagnóstico y con otro problema y lo atendemos, pero nos apoyamos en otras entidades.

¿Cómo ha cambiado en 30 años el paciente con enfermedad mental en Palencia?

Los diagnósticos siguen siendo los mismos, aunque la sociedad ha evolucionado y el tipo de paciente, también. Antes, el perfil habitual era el de una persona deteriorada, con medicación para problemas de salud mental desde hace muchos años, soltera y que residía son sus padres. No eran los únicos que necesitaban ayuda, pero sus familiares eran los que reclamaban apoyo. Ahora los usuarios son más variados.Los primeros siguen acudiendo, pero cada vez viene más gente de cualquier edad, con diferentes diagnósticos y que realiza su vida de manera autónoma e independiente. Siempre hubo los mismos perfiles, pero por miedo o por vergüenza, no todos lo decían.

¿En qué situación se encuentra la asociación?

Hicimos una apuesta muy grande por el crecimiento.Estábamos en un local en la calle Asterio Mañanós. Lo hemos mantenido y lo ocupa en la actualidad nuestro programa de empleo. El resto lo trasladamos al inmueble actual.La anterior sede, de menos de 100 metros cuadrados, se nos había quedado pequeña y no podíamos hacer las actividades con la calidad adecuada. Era imposible porque no había ni salas ni despachos. Nos tocó atender a la gente en sus propios domicilios, por la calle dando paseos, en el bar de enfrente... en sitios insospechados porque no teníamos espacio.

En un principio, decidimos buscar otro lugar a través de las administraciones públicas, pero no había locales en Palencia que nos pudieran ceder. Además, es una situación común a muchas a otras asociaciones en la ciudad. Ante este problema, la junta directiva de Feafes decidió invertir en la adquisición del inmueble actual.Costó 300.000 euros y se pidió una hipoteca a nombre de la asociación.Después nos metimos en una obra de reforma para que cumpliese las condiciones adecuadas para poderlo abrir como centro de día. En este caso, la inversión ascendió a 232.000 euros, que ha sido financiada a través de varías vías. Hemos pedido créditos y préstamos, pero también hemos aportado fondos propios y la Junta de Castilla y León, a través de la X Solidaria de la declaración de la renta, nos subvencionó con unos 100.000 euros. Además, Fundación La Caixa aportó 8.000 euros e Ikea nos amuebló gratuitamente el nuevo local.

La situación es complicada por la inversión que hemos hecho. Necesitábamos este espacio porque teníamos los usuarios y los programas que ofrecerles. La cuestión es que las administraciones nos subvencionan los programas, pero no toda la parte relacionada con la nueva infraestructura. 

En mayo lanzaron un SOS económico y pidieron apoyo económico a la ciudadanía palentina. ¿Respondió afirmativamente?

Hicimos una campaña de donativos que nos sorprendió gratamente. Hubo gente que colaboró con lo que pudo, aunque también llegaron aportaciones de 2.000 y 3.000 euros. No recaudamos mucho dinero, pero estamos muy agradecidos por las donaciones. 

Estamos abiertos a más contribuciones económicas. Serán bien recibidas.Aquellos que las hagan apoyarán una labor que beneficia a muchas personas con problemas de salud mental en Palencia.

En el ámbito de la salud mental, la pandemia de coronavirus, al menos a nivel mediático, ha supuesto un antes y un después. ¿Cómo se adaptóFeafes?

Al principio, como le pasó a todo el mundo, estábamos desconcertados con la situación y, pese al susto, nos organizamos rápidamente.Teletrabajamos desde el primer día.Por suerte, al colectivo al que ayudamos sí que podíamos apoyarlo a través del teléfono y mantuvimos el contacto con todas las personas que venían a la sede. También lo hicimos a través de zoom o llevando los dossieres hasta las casas de aquellos que no manejaban bien las nuevas tecnologías. Los usuarios nos transmitieron que se sintieron en todo momento escuchados y protegidos. Creo que con ello evitamos ingresos hospitalarios por recaídas.

¿Cuál es el principal cambio que provocó el coronavirus?

Atendimos más de 1.100 consultas telefónicas solo durante el período del confinamiento domiciliario, cuando lo normal eran 1.700 en todo el año. Había personas que llamaban porque necesitaban hablar y expresar lo que estaba pasando; otras, porque estaban angustiados por el encierro... 

En la asociación nunca habíamos tenido lista de espera en el servicio de atención psicológica individualizada. Siempre habíamos podido atender los casos que nos llegaban. Todo cambió con la pandemia. Concretamente, en este servicio nos vimos desbordados y hemos llegado a tener listas de espera de cuatro meses. De hecho, una de las cosas que poníamos en valor es que podíamos dar este servicio de manera más inmediata y la pandemia nos rompió esa cercanía. Vino demasiada gente nueva a pedirnos ayuda. Entre ellas, sanitarias, que fue uno de los sectores más damnificados.

Con la pandemia hubo problemas nuevos, pero ha hecho que se normalice hablar de esta situación y gente que lo sufría se ha atrevido a decirlo. Tras la pandemia hay mucha más gente con depresión y ansiedad, pero también llega gente con otras problemáticas. 

Tuvo que ser una pandemia de coronavirus, que nos metió a todos en casa y redujo nuestras relaciones al mínimo durante meses, la causante de que sea más habitual hablar de este tema

Es una pena que haya tenido que ser así. Pienso que los problemas de salud mental siempre han estado muy estigmatizados. A veces, incluso, se llegaba a confundir a una persona con problemas de salud mental con alguien violento, que para nada es eso. Con estas ideas erróneas, la gente no se atrevía a contar que tenía un problema de salud mental por el qué dirán.

¿Está siendo útil en su sector que los medios de comunicación y, en general, la sociedad dediquen más tiempo a la salud mental o es una cuestión que se queda sobre el papel o se reduce a un tuit?

Sí, es positivo porque repercute en que se haga más caso a los problemas de salud mental y se realicen estrategias. Recientemente se creó el número 024 (línea de atención a la conducta suicida), que era una demanda que llevábamos tiempo reclamando. 

¿El hecho que haya gente conocida que anuncie públicamente que sufre problemas psíquicos facilita su labor?

Aquellos famosos que sufren problemas de salud mental y que se han atrevido a decirlo han servido de gran apoyo para que otras personas que no se atrevían, finalmente, se hayan decidido a dar el paso y buscar ayuda profesional. Aunque lo cuenten a su manera, solo el hecho de explicarlo y de comentarlo públicamente es muy bueno.

¿Está calando el mensaje de que la salud mental es importante, tanto como la física?

Considero que sí.Las personas cada vez somos más conscientes de que tener una buena salud no es solo estar bien físicamente y que una parte muy importante de nuestra vida es la salud mental, la cual hay que cuidar. Se están haciendo más cosas para que la gente lo valore.

¿La sociedad respeta a las personas que sufren una enfermedad mental?

Creo que ahora estamos más concienciados y ya no se las juzga como antes.Lo hemos normalizado y logramos empatizar más con una persona con problemas de salud mental. En esto quizá hay que dar gracias a la pandemia. Pienso que todo el mundo, en mayor o menor medida, lo pasamos mal porque no estábamos preparados para el encierro y a todos nos pasó factura, a unos más y a otros menos. 

Nos hizo más conscientes y respetuosos e, incluso, nos sirvió para saber que nos puede suceder también a nosotros, si no nos ha sucedido ya.

¿Pese a todos estos avances, sigue habiendo un cierto estigma para hablar de salud mental y acudir a un psicólogo o un psiquiatra o ya puede decirse que es un aspecto que está enterrado en el pasado?

Aún cuesta dar el paso. Si alguien se hace un esguince sabe que tiene que ir al médico correspondiente.En cambio, en el ámbito de la salud mental, si se tiene un problema psíquico, todavía cuesta admitirlo y, luego, acudir al profesional, aunque cada vez se pide esta ayuda en más ocasiones. 

¿Por qué no hay que esconder estos problemas?

Cuando alguien tiene un problema lo que tiene que hacer es pedir ayuda para intentar resolverlo.Si no se hace, nunca se va a resolver el problema en cuestión. Es como si yo tengo diabetes y me empeño en no decirlo, no me medico y ni me pongo la insulina que necesito para vivir. Es lo mismo. 

¿Cómo podría ayudar una persona que no es experta en este campo a un familiar o a un amigo que sufre una enfermedad de salud mental?

Siendo muy comprensivo con esta persona y  escuchándola mucho. Es muy necesario que tenga una figura de apoyo, ya sea la familia, la pareja o los amigos. También se le puede acompañar en el proceso de entender que el problema no solo se arregla hablando con un ser querido y que tiene que ir a un psicólogo o al médico de atención primaria para que lo derive a salud mental o a una asociación como la nuestra. 

¿Falta educación en este área?

Sí. Creemos que debería enseñarse una asignatura de gestión emocional en los centros escolares. La educación emocional es clave para fomentar una buena salud mental. Si aprendiésemos a trabajar con la población infantil, protegeríamos más a esas personas cuando fuesen adultas. Sabrían tener estrategias diferentes a la hora de enfrentarse a conflictos del día a día en el futuro.

Mañana es el Día Mundial de la Salud Mental. Lleva como lema Dale like a la salud mental. Por el derecho a crecer en bienestar y estará centrado en la juventud.

¿Qué actividades de Feafes están dirigidas a los menores de edad? 

Empezamos a trabajar con este sector de la población el año pasado, cuando iniciamos una colaboración con el Ayuntamiento de Palencia que consistió en ir a los institutos a impartir sesiones sobre gestión emocional y prevención del suicidio a los alumnos de EducaciónSecundaria Obligatoria (ESO). Nos parece muy importante trabajar estos temas con los adolescentes. En total, fueron 196 charlas que escucharon 1.720 alumnos y profesores. Este curso pretendemos que el programa siga en marcha.

¿Qué factores en menores pueden desencadenar problemas de salud mental en el futuro? 

Hay muchos. Desde el consumo de sustancias a la adicción a las tecnologías. El bullying o el acoso sexual también pueden derivar en problemas de salud mental.

¿Es necesario más respaldo de las instituciones a la salud mental?

Sí, habría que invertir más. Los políticos nos han prometido que iba a haber más presupuesto en la nueva estrategia de salud mental. El personal, en estos momentos, es insuficiente.

Por último, ¿qué asignaturas pendientes tiene la asociación en la actualidad?

La principal tarea es crear un área infanto-juvenil. Estamos presentando proyectos para llevarlo a cabo y así prestar un servicio a la población joven.Tras las charlas de gestión emocional y prevención del suicidio, muchos niños vinieron a pedir ayuda individualizada y no teníamos ese recurso activo y creemos que es algo vital e importante. Es nuestro siguiente paso a dar. Además, estamos trabajando con el Consistorio palentino para crear un grupo de apoyo a menores víctimas de violencia.