La medida del Gobierno que obliga a aplicar el tipo reducido del IVA del 4% al 0% en productos básicos como el pan, la harina, la leche, el queso, los huevos, las frutas y verduras u hortalizas supone que desde el martes una compra de alimentos de este tipo que alcance 100 euros de gasto suponga un ahorro de 4 euros para los bolsillos de los consumidores de la capital y provincia.

«Puede no representar mucho dinero, pero en el inicio del año, con los numerosos gastos navideños acumulados, se nota cierto alivio», comenta DP una consumidora tras reponer la despensa para varios días. El objetivo pasa por mitigar la subida de los precios de la cesta de la compra que algunos establecimientos entienden  que no tienen por qué reducirse de forma inmediata. De hecho, algunas tiendas de alimentación no aplican aún la rebaja al haber comprado género antes con un impuesto más alto y, por lo tanto, esperan a darlo antes salida.

Quienes tendrán un ahorro aún mayor serán las familias que consuman habitualmente productos como  pastas y  aceites, dado que pasan de estar gravados al 10% a hacerlo al 5%. Poner en marcha la rebaja en muy pocos días tras aprobarse el pasado 28 de diciembre, y en mitad de la campaña navideña que es donde más se vende en las tiendas, ha sido complicado, pero las medianas y grandes superficies de alimentos prepararon etiquetas y precios  en lis lineales el 31 de diciembre con un gran esfuerzo.

El IVA reducido ahorra 4 de cada 100€ en alimentos en Palencia - Foto: Óscar NavarroYobana Aznar, secretaria de la Asociación de Vendedores de la Plaza de Abastos de la capital, indica que el primer día sí se percibieron más ventas, pero para reponer existencias. «Es solo un 4% y  no se va a notar nada. La gente adquirirá lo mismo sin compras superiores al tratarse de productos básicos que se necesitan  en todas las cocinas. Lo lógico hubiera sido bajar algo el IVA de la carne o pescado que tienen un 10% y evidentemente son alimentos de consumo diario, o en otras cosas que llegan al 21%. De esta forma, se vendería más y el beneficio sería para todo el mundo», desgrana.

En un establecimiento de venta de queso la empleada reconoce que no se ha aplicado aún la rebaja del 4% en este producto y no tiene información sobre si los precios van a bajar. Una clienta dice desconocer que deba aplicarse por ley un descuento. «En casa consumimos mucho queso y nos encanta. He pagado lo que me han pagado pero, pero siempre que haya una bajada de precio, bienvenida sea. Poco a poco y tacita a tacita algo se notará», dice Amparo Diezhandino.

Carmen Sánchez, que ha adquirido productos que deben aplicar el IVA reducido en una tienda, señala que también ha pagado lo mismo que antes de finalizar el año. «Entiendo que la bajada la repercutirán los vendedores cuando los proveedores les cobren menos por las mercancía. Por ejemplo, a los productos con los que han hecho el pan estos días se les aplicó un 4% más de IVA, ya que se adquirieron para una temporadilla, y al comprar nuevo género el precio bajará», admite comprensiva.

MALA COSTUMBRE. Fernando del Campo, que compra de forma habitual verduras, frutas y hortalizas, junto a otros alimentos básicos de consumo diario, no ha percibido la rebaja del IVA. «Debo reconocer que quizás es una mala costumbre, pero no me fijo en el precio cuando compro varias cosas de consumo diario. No he notado que me hayan costado menos la verdad», explica, al tiempo que reconoce que la medida del Gobierno para luchar contra la inflación en la cesta de la compra «debe ampliarse a las carnes, pescado y las conservas para cerrar el círculo y beneficiar a más personas», dice.

Alex Mota, que regenta una establecimiento de venta de fruta y verdura, reconoce que el cliente apenas pregunta si se ha bajado el precio. «Cuatro céntimos por euro gastado es muy poca cantidad. Nosotros mismos al adquirir 1.000 euros de género nos ahorramos solo 40. Entendemos que no beneficia apenas al consumidor y, como mucho, a los mayoristas que compran y venden a diario una gran  cantidad de alimentos», sentencia. 

Al respecto, las empresas de distribución fueron las que solicitaron al Gobierno la rebaja del IVA hace cuatro meses, al considerar que sería la forma «más efectiva» de bajar los precios de productos de mayor  consumo diario. De hecho, el estor de medianas y grandes superficies de alimentación consideran que se trata de una medida que venían reclamando desde hace tiempo y creen que va a ayudar a mejorar la confianza de los consumidores. A su vez, lo que se espera con prontitud es que se tienda a una progresiva normalización de los precios en la cesta de la compra y el coste de la materias primas para elaborar productos, volviendo de esta forma a una situación de estabilidad que duró dos décadas y se quebró el último año y medio.

«Las grandes cadenas alimentarias ya han reducido el IVA pero, en general, la población aún desconoce la medida»

«Nos consta que en la mayoría de las grandes cadenas alimentarias ya se ha hecho el ajuste del IVA del 4% al 0% desde el martes, pero aún la mayoría de la población desconoce la medida del Gobierno para frenar la subida de precios en algunos productos básicos. Poco a poco se irá viendo si se nota o no en la cesta de la compra», señala Laura Molinero, técnico de la Unión de Consumidores de Palencia (UCE).

Pone como ejemplo que hay productos como la leche donde habrá que andar con cuidado. «Cada día está teniendo un precio distinto últimamente y hay que controlarlo, algo que no se suele hacer tanto con la fruta y la verdura, donde también fluctúa bastante según temp0rada. El el caso del aceite la bajada del 10% al 5% de IVA se está cumpliendo en las grandes superficies pero no tanto en el pequeño comercio, lo que también pasa con el pan, ya que el precio de las materias primas oscila mucho», indica.

UCE recuerda que las leyes están para algo y que deben cumplirse. «Desde el inicio del año se debe aplicar la rebaja del IVA y si no se hace va en detrimento del consumidor, que debe notarlo ya. Está claro que hay que reclamar al vendedor la rebaja y denunciarlo si persiste en no hacerlo», concreta.

«Ha habido poca previsión y margen para cambiar precios, pero la ley es la que es y se tiene que aplicar durante seis meses»

El presidente de la Unión Cívica Provincial de Consumidores  (UNAE), César de los Bueis, se mostró claro a la hora de poner en marcha la medida estatal para frenar el alto coste de la cesta de la compra. «El cumplimiento está siendo dispar los primeros días. Ha habido poca previsión, en plena campaña de mayores ventas como es la navideña, y con escaso margen para cambiar precios, pero la ley es la que es y tiene que rebajarse el IVA fijado durante seis meses hasta junio, si no se prorroga», apunta.

Al respecto recuerda que se debe informar al consumidor de la que reducción se está llevando a cabo. «Debe figurar en los propios lineales, en el etiquetado de los productos o con carteles informativos, donde debe figurar el precio anterior y el actual. Si no fuera así, debe aparecer en el ticket de compra», explica el abogado experto en consumo.

Si existe un incumplimiento reiterado, añade que se deben tomar medidas. «El cliente puede pedir una hoja de reclamaciones en el mismo establecimiento y, en segundo término, llamar al organismo competente en materia de consumo, que es la Junta, para que los inspectores puedan acudir y comprobar los términos de la denuncia», asevera.

«Desde el primer día todas las medianas superficies de alimentación reflejan la rebaja en cartelería y el ticket de venta»

«Representamos a un 90% de las medianas superficies de alimentación y en todas ellas se ha repercutido desde el primer día de aplicación, es decir el 3 de enero, la rebaja del IVA marcada. Se ha hecho tanto de forma informática al cobrarte en caja, como en la cartelería que figura en los lineales con los nuevos precios y los anteriores», manifiesta Isabel del Alamo, portavoz de la Asociación de Supermercados de Castilla y León (Asucyl).

En su opinión, el sector de supermercados ha hecho un enorme esfuerzo para tener todo listo y aplicar la medida estatal contra la inflación en la cesta de la compra. «Las empresas han hecho un trabajazo con un escasísimo margen de tiempo para ponerla en marcha», afirma.

No obstante, advierte que puede  haber productos con precios más altos que al finalizar en el año en el inicio del nuevo. «En algunos alimentos se repercute el coste para su elaboración como es el caso de la energía o la subida de precios de las materias primas, que está oscilando de forma constante. Esta situación se da porque los proveedores aplican una nuera tarifa, pero en nuestra empresas se cumple con la rebaja del IVA pactado», finaliza.