José Alberto García García, Beto, es el escudo, el alma del Deporcyl Guardo FS, su gran y eterno capitán. Ha vivido todos los gloriosos momentos del Rey del Norte, pero también estaba en los comienzos de este club. La historia del Guardo FS va ligada directamente con Beto.

En la tarde del pasado lunes era intervenido en la Clínica Recoletas de la capital palentina de rotura de ligamentos cruzados de su rodilla derecha por el doctor Alberto Arnanz Remis. Se perderá no sólo esta temporada, sino todo el año, dado que esta grave lesión suele llevar consigo nueve meses de recuperación, yendo todo bien. Beto tiene la intención de regresar a las canchas de juego con su Deporcyl si todo se desarrolla bien.

Arrastra esta lesión desde hace tiempo. «Yo creo que fue en agosto, en un partido de pretemporada. Fue en un salto y al caer pisé mal y me cayó todo el peso del cuerpo sobre la rodilla», recuerda todavía postrado en la cama el gran capitán. El caso es que estuvo varios meses peregrinando por diversas consultas buscando un diagnóstico acertado. «Me hicieron dos resonancias, me miraron por todos los lados, pero me decían que no veían nada, hasta que me encontré con este traumatólogo y me dijo que tenía rotos los ligamentos cruzados. No se explicaba cómo podía haber estado tanto tiempo así, jugando».

La operación fue un éxito y de paso le arreglaron ambos meniscos, interno y externo, que estaban algo tocados, pero sin llegar a extirparlos. Beto quiere volver a las canchas de juego. «Me han dicho que estaré de baja sobre un año y para trabajar en cuatro meses, aproximadamente. Yo quiero volver a jugar, el Deporcyl Guardo FS es mi vida, mi club. Pero todo depende de cómo me quede la rodilla. Es una lesión grave y tiene el peligro de la recaída. El traumatólogo me ha aconsejado que ni se me ocurra, que deje el fútbol-sala, pero yo quiero volver a jugar».

Su compañero Kuin pasó por el mismo trance, una lesión idéntica. «Ya está bien, pero por lo que he hablado con él, no tiene muchas ganas de volver a jugar». Beto no podrá ayudar desde la pista, pero seguro que aportará desde la grada, animando al club, o desde el banquillo, echando una mano a sus compañeros o técnico.