Editorial

Cambian las denominaciones pero se mantiene la estrategia

Diario Palentino
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Los tiempos cambian y obligan a asumir compromisos a los que Palencia no puede sustraerse

Al ciudadano de a pie la sucesión de nombres en el caso de determinados planes y programas puede confundirle o llevarle a preguntarse si no será siempre lo mismo, pero con una nomenclatura adaptada a cada nueva circunstancia. En parte, tiene razón, al menos si nos referimos a las estrategias de ciudad que los responsables municipales han ido diseñando al hilo de las carencias y las demandas de Palencia pero también de las obligaciones que impone la propia realidad. Vivimos en un mundo globalizado al que la ciudad no es ajena, en modo alguno. Y hemos de contar con la aquiescencia de administraciones como la central y la europea de manera que puedan llevarse a efecto proyectos de gran envergadura económica y que estén en consonancia con las grandes líneas de acción supraprovinciales y supranacionales. 

Esas líneas abarcan desde la necesidad de reducir las emisiones contaminantes a la de integrar todos los elementos urbanos de manera sostenible, pasando por el ahorro energético, la accesibilidad encaminada a la plena inclusión, la modernización de la administración y los servicios básicos en base a las nuevas tecnologías, el favorecimiento del transporte público, la paulatina peatonalización de su casco histórico o el uso de la bicicleta. Y sin olvidar, por supuesto, el mantenimiento de los espacios verdes, la integración urbana del río, la permeabilización del ferrocarril, la mejora de los accesos externos, la preservación del patrimonio, el fomento de las acciones culturales abiertas y participativas o la adecuación de los distintos barrios a un modelo de ciudad mejor interconectada, más cómoda y rica en infraestructuras y dotaciones. 

 El Ayuntamiento capitalino afronta el que va a ser su plan estratégico para la presente década, la denominada Agenda Urbana. Una empresa está ultimando el diagnóstico, como se ha hecho en anteriores ocasiones para conocer lo mejor posible las fortalezas y las carencias actuales, y el mes próximo se abrirá un proceso participativo para que sean los ciudadanos los que opinen sobre los proyectos a desarrollar. Con la información en la mano, el documento podrá debatirse en junio y aprobarse en septiembre. Su horizonte temporal es el 2030 y se habilita como la herramienta base de las futuras actuaciones  y como el camino indispensable para conseguir fondos europeos en próximas convocatorias.

Los primeros pasos se dieron en 2007 con el Plan Urban, que se afianzó a partir de 2011 con un presupuesto de diez millones de euros. Después llegaría la Edusi, cuyos quince millones han sobrevolado muchos de los proyectos de ciudad de estos últimos años y el Digipal centrado en las nuevas tecnologías. Es pronto para saber qué dará de sí esta Agenda Urbana, pero que será estratégica y adaptada a los ODS de la ONU, eso ya es seguro. Los tiempos obligan y Palencia no puede sustraerse a ello.