Frómista degusta los mejores quesos

Rubén Abad
-

Una cuarentena de expositores llegados desde 13 provincias españolas pone a la venta derivados lácteos y todo tipo de productos agroalimentarios en el marco de la iglesia de San Martín de Tours

Frómista degusta los mejores quesos - Foto: Juan Mellado

Puro de oveja -el producto estrella-, rulo de cabra, de vaca, mezcla, fresco, semicurado, curado, añejo, con especias, acompañados por frutos secos, en crema o en conserva. La XXVIIIFeria del Queso y Productos Agroalimentarios de Frómista se convirtió ayer en un gran escaparate para los amantes de este derivado lácteo, que se contaron por centenares en el paseo Central de la localidad jacobea.

En el marco incomparable de la iglesia de San Martín de Tours, y con la de San Pedro como testigo, el mercado puso de manifiesto la extensa tradición quesera de la provincia, pero también sirvió para poner en valor productos típicos como embutidos y repostería, además de otros de factura más actual como las cervezas o los licores.

Trece expositores de queso, seis de cecina y embutidos, cuatro estands de bebidas y licores y cinco puestos de repostería formaron el grueso de la feria. Junto a ellos, se instalaron seis puestos de conservas, miel, pimentón o encurtidos y tres de artesanía. En total, 37 expositores de Palencia -la inmensa mayoría-, Ávila, Burgos, León, Zamora, Valladolid, Salamanca, Madrid, Cantabria, La Coruña, Cáceres, Badajoz y Guadalajara que se llevaron un extraordinario sabor de boca de esta Feria del Queso fromisteña por las buenas ventas que allí registran año tras año.

«La gente compra, no solo mira», destacó Manuel Matilla, al frente del puesto de Queso Matilla, de Lantadilla. Unas palabras que refrendó la abulense Laura Sanchidrián, quien repite todos los años a pesar de las más de dos horas de distancia que recorre desde la localidad de Solana de Río Almar porque la feria«funciona muy bien».

Así lo cree también el alcalde de Frómista, Fernando Diez, quien destacó el éxito que cosecha esta cita comercial al aire libre en cada una de sus ediciones en las vísperas de la celebración de Santiago Apóstol, que se venera hoy.

Por este mismo motivo, y según los datos que maneja Diez, «el 80 por ciento de los expositores repite, algunos desde la primera edición hace ya 28 años. Eso demuestra el éxito de la feria, si no no volverían, al igual que los compradores».

Todos estos clientes recibieron una papeleta por cada compra. Con ella entraron en el sorteo de doce lotes de productos donados por los feriantes, con los que llevarse un buen recuerdo de esta XXVIIIedición y de la localidad anfitriona.

Además de los estands, los visitantes tenían otro aliciente, la programación paralela propuesta por el Ayuntamiento como complemento a la feria. Hubo un taller de elaboración de pan al estilo tradicional, un mercadillo solidario de libros organizado por la biblioteca Pilar Pulgar, una exposición de pintura de Carlos Sancha y el concurso de pintura infantil al aire libre.

Por otro lado, la Asociación de Alfombristas del Camino de Santiago y Corpus Frómista montaron una alfombra floral de enormes dimensiones dedicada al Camino de Santiago y al Año Jacobeo.

REVULSIVO ECONÓMICO

La Feria del Queso y Productos Agroalimentarios de Frómista se ha convertido también un revulsivo para la economía local, especialmente para los negocios de hostelería.

«Tenemos el entorno monumental a dos pasos y una amplia oferta de bares y restantes. Comprar está muy bien, pero también tomarse una caña o quedarse a comer en el pueblo», señaló el regidor, al que vecinos y visitantes parecieron hacerle caso pues los bares estaban llenos desde bien temprano.