Identidad creada a través de las cuerdas

DP
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El centro cultural provincial acoge una muestra compuesta de medio centenar de instrumentos procedentes de 29 países y pertenecientes a la colección de Ismael Peña Poza

El centro cultural provincial acoge una muestra compuesta de medio centenar de instrumentos procedentes de 29 países y pertenecientes a la colección de Ismael Peña Poza - Foto: Óscar Navarro

Medio centenar de instrumentos  de cuerda procedentes de 29 países y pertenecientes a la colección de Ismael Peña Poza conforman la exposición Cuerdas sonoras del mundo,  abierta al público en centro cultural provincial  hasta el 6 de septiembre y que ayer visitó la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, acompañada por la diputada de Cultura, Carolina Valbuena. 

«Es una exposición que a todos los amantes de la música les va a hacer recordar muchos lugares del mundo. Se puede viajar a través de esta muestra a  todos los continentes», afirmó, para añadir a renglón seguido que una bandura -un instrumento ucraniano de cuerda pulsada- es la «referencia» e «imagen». «Representa -afirmó- el homenaje que se hace desde la Diputación -y su Servio de Cultura- a la población ucraniana que está sufriendo la guerra».  Todos estos instrumentos «hacen que veamos la historia y cómo la música es universal, nos hace más  felices y espero que en muchos lugares y distintos países de este mundo disfruten con estos instrumentos y la música», señaló.   

 Cuerdas sonoras del mundo con un recorrido por veintinueve países, con instrumentos de cuerda procedentes, por ejemplo, de  Francia, Hungría, Italia, Afganistán, Burkina Faso, Chad, China, Egipto, Gambia, Etiopía, India, Rusia, Madagascar, Nepal, Vietnam y China, entre otros. Un trayecto donde el visitante podrá sentir el latir de distintos pueblos de la  Tierra, la tradición y la música, y que, según el músico y folclorista, las cuerdas han sido las emisoras de los sentimientos que tocan el alma de forma íntima y directa. «Es maravilloso ver cómo en cada país ha creado, a través de las cuerdas, su identidad», asegura  Ismael Peña Poza.

«En latín, el corazón se llama cord, cordis, y así podemos deducir que las cuerdas de los instrumentos de música son la expresión más íntima  y directa de los sentimientos del corazón», dice la introducción a la muestra, en la que también puede leerse que «la forma de los instrumentos puede cambiar, pero la vibración de sus cuerdas, las ondas emitidas, reproducen los mismos sentimientos de todos los  seres humanos».

Entre los instrumentos expuestos, mencionar el timpanón (Hungría), que tiene forma trapezoidal y está compuesto por 125 cuerdas repartidas en 35 juegos; el vichitra veena, un cordófono usado en la música clásica india, realizado con un mástil sin trastes y dos calabazas resonadoras grandes; el erhu (China), un instrumento de cuerda  frotada con arco realizado en su totalidad de porcelana y decorado según las técnicas e iconografía china -la caja de resonancia, de forma hexagonal, siempre está recubierta de con piel de pitón donde va colocado  el puente-.