Un pilar en la sombra

M.H. (SPC)
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Este viernes se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales. A pesar de los logros conseguidos, aún queda camino por recorrer para hacer los pueblos atractivos para las féminas

Un pilar en la sombra

M.H. (SCP)

Las mujeres siempre fueron un sustento imprescindible de la sociedad rural. A pesar de la falta de visibilidad, su participación en labores agrícolas y ganaderas era esencial y además se echaban el hogar y los niños a la espalda sin rechistar. Sin embargo, después de décadas de éxodo desde los pueblos hacia las ciudades, una gran parte de España ha perdido población de forma crítica y la que queda se ha masculinizado, quizá porque las mujeres actuales no están ya, lógicamente, dispuestas a soportar ese inmerecido segundo plano y la carga de trabajo que en el medio rural ha sido y sigue siendo más que evidente.

Aunque se ha avanzado mucho para revertir la situación, esa masculinización de la población sigue dejando claro que los pueblos no son atractivos para las féminas. Y sin duda es un proceso que hay que revertir si se pretende que los pueblos no desaparezcan, ya que sin mujeres es esencialmente imposible que se produzca un relevo generacional viable.

Por eso el 18 de diciembre de 2007, la Asamblea General de la ONU estableció el día 15 de octubre como el Día Internacional de las Mujeres Rurales con el objetivo de reconocerles su contribución en el desarrollo rural y agrícola, la erradicación de la pobreza y la mejora en la seguridad alimentaria. En la declaración inicial, la organización hace un llamamiento a los estados miembros para mejorar la condición de las mujeres rurales, prestando atención a sus necesidades, y también para empoderarlas en los ámbitos social, económico y político.

En el avance de la posición de la mujer en el mundo rural han tenido mucho que ver las agrupaciones creadas en las últimas décadas para potenciar su papel. Entes como la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR), la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), la Confederación de Mujeres del Mundo Rural (CERES) o la Confederación Nacional de Federación y Asociaciones de Familias y Mujeres del Medio Rural. (AFAMMER), por poner algunos ejemplo de ámbito nacional, llevan años luchando para que se haga justicia con el desempeño femenino en el campo.

Con el empuje de estos grupos se han conseguido logros tan importantes como la Ley de Titularidad Compartida. Esta figura es una opción voluntaria que tienen los matrimonios o personas con análoga relación de afectividad de gestionar de manera conjunta una explotación agraria, compartiendo no solo el trabajo en la explotación sino también la gestión, los derechos, las cuotas y las subvenciones. Ofrece seguridad a las mujeres en caso de separación, además les asegura una pensión y visibiliza un trabajo que se había mantenido en la sombra durante siglos. La semana pasada, precisamente, el Ministerio de Agricultura hizo pública la concesión directa de subvenciones a las explotaciones agrarias acogidas a esta figura y dio de plazo hasta el próximo martes 19 de octubre para solicitar las ayudas.

Con motivo de la celebración de este 15 de octubre, desde AFAMMER destacan que «la recuperación económica y el desarrollo sostenible tras la pandemia no será posible si no otorgamos a las mujeres del medio rural la importancia que merecen». Desde esta organización piden, entre otras reivindicaciones, «más y mejores servicios para el medio rural», «acabar con las zonas de sombra en las que se encuentran el 60% de los municipios rurales porque no tienen conexión por banda ancha o esta es muy defectuosa o cara», «terminar con las altas tasas de desempleo femenino en el medio rural» (esta cifra en las menores de 25 años de los pueblos roza el 50% frente al 41% de las que viven en las ciudades) o «conciliación y corresponsabilidad para impedir que las mujeres se marchen».

FADEMUR celebró la semana pasada este día internacional reuniendo a más de 500 mujeres de diversos pueblos de España y premiando a la cantauora Rozalén, a la política Carmen Calvo y a la emprendedora Luisa María de la Puente por su labor a favor de la igualdad. Esta federación celebraba hace escasas fechas la aprobación del real decreto para incentivar económicamente la adopción de la titularidad compartida por parte de las explotaciones agrarias y confían confían en que este «sea el primer paso de un cambio de rumbo», dado que la norma se ha quedado sin desarrollar en algunas comunidades autónomas. Además recordaban que «dentro de dos semanas (por este viernes) celebraremos el Día Internacional de las Mujeres Rurales. No queremos palabras bonitas entonces sino acciones ya».

 

Algunos datos.

-3,7 millones de mujeres viven en el medio rural español, con una tasa de empleo del 49%.

-Solo el 25% de las explotaciones agrarias y ganaderas de nuestro país están dirigidas por mujeres y un 26% del más de un millón de cooperativistas son mujeres (solo 1,6% de los presidentes de cooperativas).

-La media europea de las explotaciones con titular femenino es de 6,4 hectáreas, mientras que la de los hombres es de 14,4.

-La futura aplicación de la PAC va a contribuir a superar la brecha de género en la percepción de las ayudas, ya que aunque desde 2012 y hasta 2019 se ha reducido en un 2% la diferencia entre ambos géneros a la hora de percibir de ayudas directas de la PAC, las mujeres siguen recibiendo un importe total muy inferior al de los hombres.