La tarde ilusionaba. Como no podía ser de otra manera, tratándose del primer encuentro entre equipos de Primera División en La Balastera. El feudo palentino ha acogido choques de entidad, tanto internacionales, como de Copa del Rey, fases de ascenso, amistosos importantes... 

Pero nunca un enfrentamiento entre dos primeras. Héctor Calderón fue el encargado de ir caldeando la fría tarde palentina con su música. El dj local, de gran recorrido, puso a bailar a los jóvenes y no tan jóvenes que iban tomando asiento en las butacas de La Balastera.

En los aledaños del estadio se percibía buen ambiente, con incluso alguna cola en la puerta los minutos anteriores al comienzo del enfrentamiento. 

El Pucela se lleva un duelo histórico - Foto: Sara MuniosgurenHomenaje. Una vez finalizada la animosa sesión de Héctor Calderón, turno para el homenaje preparado por el Palencia CF y el Ayuntamiento de Palencia a Sergio Asenjo, portero palentino que ahora milita en el Real Valladolid (antes pasó por Atlético de Madrid y Villarreal CF). En el videomarcador se proyectó una emotiva pieza en la que se recogieron algunos de los momentos de la infancia del guardameta, criado y formado en las categorías inferiores del San Juanillo. El vídeo combinaba esos comienzos con sus etapas más exitosas. El cancerbero recibió tres obsequios: uno de parte de Palencia CF y Ayuntamiento, otro del escultor Óscar Aragón, y una camiseta de su club de formación, el San Juanillo.

El encuentro. Una vez finalizados los prolegómenos, comenzó el encuentro. El árbitro de Primera División Pablo González Fuertes hizo sonar su silbato y los jugadores comenzaron a pugnar por la I Copa Palencia CF. 

Pronto se adelantaría el Real Valladolid, en el minuto 27. Un centro de Lucas Rosa, muy activo durante todo el encuentro, lo remató Arroyo de cabeza para hacer el primer y único tanto del partido.

El Real Valladolid gestionó bien la ventaja en la primera mitad, aunque en la segunda los cambios ayudaron al Getafe a venirse arriba a por el empate y estuvo a punto de conseguirlo. El cuadro madrileño jugó los últimos 15 minutos con diez jugadores, después de la lesión de Enes Unal. Finalizó así un partido para la historia del fútbol palentino.