La cantera de un club de Primera División que puede permitirse contar con los mejores jugadores de la Comunidad, frente a la cantera de un club que para poder completar su plantilla tiene que recurrir a jugadores vallisoletanos que al equipo blanquivioleta no les valen o no quieren. Uno asentado en la zona cómoda de la tabla; los otros, luchando por evitar el descenso, algo que nunca ha conseguido un equipo palentino a lo largo de la historia. Parecía un choque desigual, pero el fútbol es diferente porque a la hora de la verdad influyen otros argumentos, aparte del dinero y de la mayor calidad.
El CIA, que ve cómo todos los años vuelan sus promesas más destacadas a la cantera blanquiivioleta, cree en la salvación en una categoría de tanta exigencia como es esta División de Honor juvenil. Manu Gañán, su técnico, parece haber dado con la tecla y con su once. Ayer, con la única variación de Dani por el lesionado Santi.
Era un partido incómodo, por el viento, por el frío, pero el CIA no está para desperdiciar partido alguno, por mucha entidad que tenga el rival. El tempranero tanto de Dani, en una de sus habituales y profundas penetraciones, le dio tranquilidad, pero quedaba todo un mundo ante un equipo al que se presume mucha calidad, pero que decepcionó ayer.
Un portero seguro, una defensa contundente, un centro del campo trabajador, no exento de la calidad de Viti, y unos puntas con verticalidad y gol. Así es este CIA que ademas sabe sufrir, que pelea todos los balones, los posibles y los imposibles.
ElValladolid creó peligro a balón parado, pero Álex estuvo acertado en la acción de mayor peligro de los visitantes en la primera parte. Se defendía con orden el cuadro amarillo. El viento favorecía a los visitantes, pero el partido poco a poco se iba desarrollando como querían los locales.
A los de Pereira se les veía incómodos, no adaptándose a las condiciones del partido y sin saber la forma de poder manejar el choque. Como curiosidad, como preparador físico en el equipo vallisoletano ejercía el que fuera jugador del Deportivo Palencia y la pasada campaña del Palencia Cristo Atlético Asier Arranz.
Con el viento a favor, el Club Internacional de la Amistad se sintió todavía más cómodo. Se mantuvo firme en defensa y cada vez iba soltando más contras. En una de ellas llegaba el segundo tanto, ejecutado de forma brillante por el vallisoletano Íker (cuarto gol en dos partidos). El Valladolid no cambió el guión, siguió jugando igual, como si el 2-0 no existiese, sin darle más ritmo al encuentro, confiado en que el gol llegaría. Pudo hacerlo, cierto es, en dos acciones que acabaron con el balón en el larguero, pero también puedo llegar el tercero local en un par de contras, especialmente una de Viti.
Nuevo triunfo del Clubinternacional de la Amistad que sigue creyendo en la salvación, en la permanencia en un grupo de tanto nivel. Se ha hecho fuerte en casa sabe a lo que juega, explota sus cualidades, aunque sean menores que las del rival, y minimiza sus carencias y debilidades. Es la línea a seguir.