El 19 de marzo se producirá un cambio en la secretaría general de Juventudes Socialistas de Palencia. Brian Vallejo, de 22 años, sustituirá a Álvaro Bilbao, que lleva en el cargo desde noviembre de 2017. El edil, también palentino, explica los motivos por los que no se ha presentado a la reelección y evalúa el progreso de la organización con él a la cabeza. 

¿Quién es Álvaro Bilbao? 

Soy un joven palentino de 27 años graduado en Ingeniería Aeroespacial e Ingeniería Industrial, ahora mismo estudio Derecho por la UNED. Además, trabajo como profesor de matemáticas en un colegio de Palencia. Entré en las Juventudes Socialistas mucho antes de ser ingeniero, con 16 años y el afán de intentar cambiar lo que me rodeaba.

¿Cuáles han sido sus obligaciones en el cargo?

 La secretaría general de las Juventudes Socialistas de Palencia es la ostentación de la cabeza de la organización, y es un poco ser el líder de la misma. Entré en noviembre de 2017 y cada cuatro años estamos obligados a cambiar los mandatos y los órganos. Yo he tomado la decisión de que las generaciones más jóvenes tienen que empezar a tomar más responsabilidades, ya que la política tiene que ser un continuo diálogo intergeneracional. Hay personas jóvenes muy bien preparadas, una de las cuestiones en las que más me centré fue en formar perfiles jóvenes para el futuro de la organización.

¿Cuál es la función que cumple la organización? 

En Juventudes Socialistas de Palencia intentamos realizar tres funciones. La primera es ser una correa de transmisión entre las preocupaciones que tiene la juventud en la región y el Partido Socialista. La segunda es la formación en política de la gente joven con ideas progresistas y que da un primer paso al afiliarse a la organización. Y la última, que es más de carácter institucional, es llevar esas preocupaciones que tiene la juventud en Palencia a las instituciones para intentar resolverlas.

¿Qué objetivos se puso en JSE de Palencia?

Uno de los objetivos que nos planteamos fue dinamizar la organización y hemos realizado muchas actividades ya no solo orgánicas, sino fuera, como por ejemplo en los bares. Otro de ellos fue aumentar la masa social de la militancia, y a día de hoy hemos doblado el número de militantes, que en los tiempos que corren no es algo usual. Y el tercer objetivo era intentar convencer y demostrar que una persona, aunque sea joven, puede estar preparada y aportar ideas diferentes a las personas más experimentadas del partido, queríamos entrar en los espacios de responsabilidad política pública, y creo que lo conseguimos.

¿Qué opina de la relación entre la sociedad juvenil y la política?

Creo que parte de un problema estructural y es que se ha entendido durante muchos años que la política era una profesión a la cual entrabas con veinte años y podías salir de ella jubilándote. Yo pienso que es al revés, cada persona tiene que tener su trabajo y luego poder invertir parte de su tiempo en mejorar la vida de la sociedad, que es la función de la política. Es la principal exclusión que provoca que la gente joven se aleje de este sector y así no se puede llevar a cabo el diálogo intergeneracional que he mencionado anteriormente. Esto se ve en la participación de los jóvenes en cualquier tipo de elecciones, es menor que la media.

¿Qué incentivos piensa que pueden cambiar esta situación?

Creo que es fundamental que ese tapón generacional que pueden existir en muchos partidos políticos se extinga y que se dé paso a las nuevas generaciones, porque no puede haber una democracia plena sin la participación de todos los estratos de la sociedad. La principal cuestión que tenemos que entender es que tiene que haber gente de todas las edades en distintos puestos de responsabilidad política pública, para que todos nos sintamos identificados.

¿Qué piensa del conflicto que viven Ucrania y Rusia y cómo está afectando al panorama internacional?

Por supuesto quiero transmitir mi solidaridad al pueblo ucraniano, que es la parte agredida. Cuando uno es atacado en su propia casa por un país vecino imperialista que podría ser el caso de la pseudodemocracia de Rusia, creo que tiene toda la legitimidad del mundo para intentar defenderse y frenar la posible invasión. 

¿Cuáles son sus planes de futuro ahora que abandona el cargo?

Es algo que de verdad no me he planteado, de momento soy concejal en el Ayuntamiento y seguiré allí prestando servicio hasta que lleguen las próximas elecciones municipales de 2023, en la que pensaré mi futuro.