Aumentar el número de donaciones y que haya más constancia en los donantes son los objetivos que se marcó a principios de año la Hermandad de Donantes de Sangre de Palencia. A falta del cierre oficial del ejercicio, la entidad indica que no se llegarán a cumplir del todo las expectativas. «Con la pandemia en 2020 bajaron mucho las donaciones, pero el año pasado ya se recuperaron un poco las cifras y este año nos hemos mantenido muy parecido, en niveles de antes del covid. Hasta octubre llevamos 5.440 donaciones, que son unas 70 más que el pasado año», explica Manuel Maza, presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Palencia, quien destaca que las previsiones son que a final de 2022 se superen las 6.575 donaciones del pasado año. «La idea era alcanzar las 7.000 que nos habíamos propuesto, pero parece que el objetivo no se va a cumplir», lamenta.
A lo largo del año las donaciones de sangre se mantienen en cifras parecidas, si bien en los meses de junio y diciembre suele haber un repunte destacado gracias a las dos campañas especiales que se realizan en la sede de la Diputación desde las 9 hasta las 20 horas y que tienen cada una de ellas una duración de un día. «Suelen tener muy buen resultado las dos y en muchas ocasiones se alcanzan cifras cercanas a las 200 donaciones en un día. Sin embargo, este año la del mes de junio fue muy rara y a mucha gente que fue a donar la excluyeron aquel día por cosas que no entendemos y ahí perdimos fuelle», afirma Manuel Maza.
Para el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre las cifras de donaciones del año son «buenas» dado que hay mucha gente aún con covid que no puede donar. No obstante, hace hincapié en el bajo porcentaje de donantes nuevos. «El perfil de donante está entre 45 y 60 años, pero la población envejece y si no estás bien de salud el médico no te deja donar. Ahora que estamos en navidades el mejor regalo que se puede hacer es donar sangre».
INCONSTANCIA
Desde la hermandad intentan incentivar a la gente a que vaya a donar y lo haga con mayor frecuencia poniendo su foco en la gente con campañas de captación en universidades e institutos. «Con la gente joven hay un problema pues les falta constancia, no tienen el hábito. Cuando se realizan campañas en las universidades con la unidad móvil, ese día la gente sí responde al llamamiento, pero luego ya no vuelven a donar», expone el presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre.
Para Maza hay dos cuestiones que hacen que la gente no se anime a realizar este gesto altruista. «Hay gente que le tiene fobia a las agujas y luego está el desconocimiento de muchas personas de algo que es muy sencillo y apenas duele. Además, antes ibas a donar y podías perder dos horas, pero ahora el sistema está preparado para que se pueda hacer de forma rápida, totalmente segura y hay un montón de sitios donde ir en cualquier momento», admite Maza, que señala que desde el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León y las hermandades intentan dar a conocer las necesidades de sangre y la importancia de donar. «Por el motivo que sea no acabamos de llegar con la información, pero la realidad es que para cualquier tipo de cirugía, por muy pequeña que sea, es necesaria una transfusión. Del mismo modo ante cualquier enfermedad es muy importante tener unas bolsas de sangre. Según el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León necesitamos 450 bolsas diarias», sostiene.
Según los datos facilitados por Manuel Maza, el número de donantes durante este año en la provincia se sitúa en los 7.000, cifra en la que se incluyen también aquellos que han ido a donar y los han excluido. Por otro lado, respecto a las reservas de sangre, Maza señala que «los grupos que suelen tener más problemas habitualmente son el A+, A- y 0+».