Grijota

Juan Francisco Sanjuán Benito
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El genovés banquero y asentista real, Agustín de Spínola, compró la villa de Grijota a Felipe II, cuyo fondos contribuyeron a montar la Grande y Felicísma Armada, motejada por los ingleses de Armada Invencible

Grijota - Foto: Enrique Caña

La villa de Grijota se asienta en plena comarca de Tierra de Campos, a escasos cinco kilómetros de la capital, cuya proximidad y privilegiada situación de comunicaciones, la ha convertido en uno de los lugares con mayor expansión urbanística de la provincia. Ahora cuenta con una población de 2.496 habitantes. En el último medio siglo han florecido unas cuantas urbanizaciones en su término municipal, tales como La Verdeguera, Dos Pasos, Urbanización Puente Don Guarín, El Sobradillo, Ciudad del Golf, La Orgatilla y Jardín de la Pinilla, Las Paredejas, Bota 1 y Bota 2, Los Prados, El Palomar, El Tiento y La Ciudad de la Juventud, entre otras y un campo de golf de 9 hoyos. El gentilicio es grijotanos.

El rey de Pamplona Sancho III el Mayor, que también ejercía de conde de Castilla desde en 1029, año en que fue asesinado García Sánchez conde de Castilla, su cuñado, la denominaba «Eglesiota». A finales del siglo XI, Raimundo I, obispo de la diócesis palentina, se refería a Grijota como «Eclesia alta» durante el concilio provincial celebrado en aquellas fechas; y en la Silva Palentina, obra escrita durante el siglo XVI por el arcediano Alonso Fernández de Madrid, se aseguraba literalmente: «Eclesiota es Grijota». Por lo tanto, el significado del topónimo Grijota es el de Iglesia alta, proveniente de «Igrejota-Eglesiota», debido a la existencia anterior de un templo primitivo rústico. Otros hablan de «Iglesia rota».

El paraje del solar de Grijota fue lugar de asentamiento de gentes de la Edad de Bronce, como nos lo confirman los descubrimientos arqueológicos hallados en los pagos de Fuente Hospital y El Foso.

Según apuntan algunas fuentes, esta zona donde se ubica la localidad, los llamados Campos Góticos, fue abandonada a la llegada de los musulmanes, que luego sería repoblada a finales del siglo IX y principios del X, durante el reinado de Alfonso III de Asturias, llamado el Magno, con cristianos provenientes de Cantabria y Vasconia, y entregada a la diócesis palentina junto con las villas de Mazariegos y Villamartín, consolidándose el señorío del Obispado palentino sobre todas ellas.

Durante el reinado de los Reyes Católicos se intentó la desecación de la Laguna de la Nava, pero al no conseguirlo, la reina Isabel la Católica otorgó el usufructo de los pastos que en verano producía la evaporación del agua a las cinco villas de la laguna: Becerril, Grijota, Mazariegos, Villamartín y Villaumbrales. 

El año 1581, el rey Felipe II vendió al banquero y asentista real, Agustín de Spínola, la villa de Grijota con el objeto de obtener fondos para montar la Grande y Felicísima Armada, motejada por los ingleses de Armada Invencible.

Canal de castilla. En el municipio se bifurca el ramal de Campos del Canal de Castilla. Esta obra marca la raya divisoria de un antes y un después en la vida económica de Grijota, pues la ingeniería hidráulica que hizo posible la construcción del Canal con las esclusas 28 y 29 a su paso por la villa, trajo aparejada la posibilidad de construir fábricas de harinas, dar luz al municipio y a los molinos de la comarca próxima, así como a la propia capital provincial, además de suministrar el agua necesario para el regadía de la zona. Hoy día las esclusas primitivas han desaparecido, quedando en su lugar una esclusa mecánica. 

Siguiendo por el margen izquierdo aguas abajo, se puede contemplar el puente Cincojos, un acueducto construido para pasar el cauce del canal por encima del emisario de la Laguna de la Nava. Y más adelante, la fábrica de harinas La Treinta, situada, como su propio nombre indica, en la esclusa 30.

La icónica imagen-emblema de las panaderas palentinas tiene su origen en las fábricas de harina de Grijota que abastecían a la capital y a gran parte de la provincia. Desde el año 2009, Grijota rememora con la celebración de la Feria del Pan el esplendoroso pasado de la villa, cuando esta contaba con varias fábricas de harina y más de 70 hornos de pan. 

Los grijotanos vestían un traje único en la provincia, considerado de gran estilo, del que se habló en un Congreso Internacional de Artes Populares celebrado en París en 1928. El atuendo de las panaderas grijotanas del siglo XIX, es el origen del traje regional típico de Palencia. Según el censo de 1591, Grijota tenía 118 vecinos que formaban una población de 562 habitantes, de los que 111 eran pedreros y siete clérigos. A mediados del siglo XVIII, Grijota era una villa de realengo formada por 270 vecinos que formaban una población de 1244 habitantes, de los que 60 eran jornaleros, 20 pobres de solemnidad y siete eclesiásticos; tenía la iglesia parroquial de Santa Cruz y dos ermitas: la del Cristo del Humilladero y la de Santa Eufemia, además tenía una fábrica de lana que se regía por las ordenanzas de la capital. Según el censo de 2021, tiene una población de 2500 habitantes, y muestra tendencia a crecer al ser población dormitorio de la capital, por su proximidad. 

La Laguna de la Nava, antes de su desecación en el año 1968, llegaba a superar las 5.000 hectáreas en épocas lluviosas, siendo uno de los humedales más importantes de la Península. La salubridad de las cinco villas de la laguna fue uno de los argumentos esgrimidos a favor de la desecación, por los efectos de las fiebres que en ciertas ocasiones veían mermado su vecindario, según escribió Becerro de Bengoa.

visitas ineludibles. Además de contemplar el Canal de Castilla a su paso por la villa, se debe visitar la iglesia de Santa Cruz erigida a finales de siglo XVI, donde destaca el retablo mayor del segundo tercio del XVII, y la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles construida en una sola nave y bóveda de cañón en los inicios del siglo XIII.