Material de confección casera ante la ausencia de medios

Rubén Abad
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Vecinos de Saldaña, Villoldo, Cisneros, Barruelo de Santullán, Guardo y Villamuriel de Cerrato, entre otras localidades, han tejido una red solidaria de elaboración de mascarillas

Material de confección casera ante la ausencia de medios

Los vecinos del medio rural siempre se las han ingeniado para salir adelante ante situaciones adversas. Salir adelante sea cual sea la situación va en sus genes y así lo han vuelto demostrar, confeccionando de manera artesanal mascarillas que han distribuido en centros de salud, residencias de mayores, comercios que siguen abiertos y trabajadores. Una red solidaria con la que se pretende suplir la falta de material de protección, un bien escaso en estos momentos.

Marta González es una comerciante de Saldaña que comenzó a confeccionar mascarillas de tela para sus familiares y no dudó en compartir su experiencia a través de las redes sociales, donde muchas de sus paisanas siguieron el ejemplo y ya han elaborado más de 400 unidades. Ahora son ya 14 las personas que desde la cabecera de comarca y otros pueblos cercanos como Santillán de la Vega confeccionan estos complementos. «Nos pasamos los materiales con gente que tiene que salir a trabajar o a hacer alguna compra y cuando no se puede de otra forma salgo yo y dejo material en los domicilios», explica a Diario Palentino la promotora de esta iniciativa solidaria.

Sus mascarillas están elaboradas con tela, en las que deja una apertura entre ambas caras para poder introducir algún tipo de filtro, desde filtros de extractores hasta salvaslip, lo que da muestra de la escasez de medios. «Sabemos que no son homologadas, ni son el método más eficaz, pero hay lugares en las que es esto o nada», apunta González, quien asegura que «toda protección es poca».

Villoldo

Otro de esos ejemplos lo encontramos en Villoldo. Allí, tras enterarse de que había un caso positivo de coronavirus, se creó un grupo de Whatsapp solidario con el fin de ayudar, en lo posible, a las personas más necesitadas o con mayores dificultades. 

Además de hacer un listado de las que vivían solas para contactar con ellas por si necesitaban algo,  la medida clave y prioritaria era mejorar la protección y aislamiento frente al virus. De este modo, ante la escasez de producto en el mercado han confeccionado mascarillas para todos los vecinos y siguen haciéndolo para dar al centro de salud de Carrión, a la Guardia Civil y al Centro de Desarrollo Rural de la ciudad jacobea, dado  que por su trabajo y servicio contacta con muchas personas mayores de los pueblos vecinos. 

Sábanas de algodón de sus abuelas fueron cortadas con destreza; gomas e hilos de una antigua cooperativa textil que donaron en cuanto el Whatsapp comenzó a funcionar. Y cuando se acabaron las gomas, lazos de raso que donó otra vecina. Lavado, desinfección, y envasado de un par de mascarillas por persona para poder desinfectar tras ser usadas, que fueron dejadas en la confitería donde apuntaban quién las llevaba y a quién le faltaban para podérselas acercar a casa, así como a la residencia de ancianos. 

Con paciencia y esmero ya han hecho doscientas unidades. «Hasta ha habido alguna persona que de tantas horas a la máquina ha sufrido un vértigo y han tenido que ser atendida», apunta uno de los impulsores de la iniciativa, quien da las gracias «a todas estas mujeres y hombres que trabajan en equipo por lograr un pueblo más unido». «Animamos desde aquí a otros pueblos a hacer lo mismo para proteger a sus vecinos», añade.

Barruelo y Guardo

En Barruelo, un grupo de voluntarias confeccionaron mascarillas para la Cruz Roja. «Sabemos que no es material sanitario, pero puede ayudar hasta que llegue», destaca el alcalde, Cristian Delgado, quien enarbola el «comportamiento ejemplar» de los barruelanos, «que no paran de ayudar y donar material». 

En Guardo, el Consistorio trabaja codo con codo con la Fundación Personas en la elaboración de estos Epis (equipos de protección individual). «Ayudamos y contribuimos a mantener también su actividad», afirma la alcaldesa, Gemma Sanfélix.

Villamuriel y Cisneros

En el extremo opuesto de la provincia, en Villamuriel, el Ayuntamiento hace un llamamiento para la creación de un grupo de elaboración de mascarillas a aquellas personas que saben coser y están dispuestas a echar una mano. «Una vez inscritos, les proporcionaremos el patrón y materiales», explican desde el Consistorio cerrateño.

En Cisneros también ha sido una vecina del pueblo la impulsora de la iniciativa. Primero consiguió la tela, después las confeccionó y finalmente las ha ido entregando entre los vecinos que las han solicitado, sobre todo personas mayores, el sector de la población más vulnerable al virus. «Estar en casa en esta situación de confinamiento ha hecho despertar la imaginación y la solidaridad del pueblo», concluye su alcaldesa, Rosa Aldea.