Muerte de un ciclista. Así se titulaba la película de Juan Antonio Bardem. Como la realidad supera a la ficción, ayer  se rodó una película dramática con el mismo final en el XXIXTrofeo Santiago máster, organizado por la SDDanisa.

Corría el kilómetro 44, muy cerca del lugar en el que se encuentra el particular monumento a Lance Armstrong, tras su caída en la Vuelta a Castilla y León. El grupo principal estaba descendiendo el alto del Convento, camino a Antigüedad, en la bajada conocida como la olla. De repente, perdía el control de su bicicleta el corredor máster-60 Félix Prendes Rodríguez, del Guía Color asturiano. Se había incorporado a la carrera con los ciclistas máster en Villaconancio, diez kilómetros antes, los últimos de su vida. Algunos ciclistas que rodaban en el grupo junto al corredor gijonés (minero jubilado, padre de una hija) comentaron que se le reventó una rueda.

Inmediatamente, radio vuelta informó del incidente. El responsable de los jueces, Ricardo Martín, bajó inmediatamente del vehículo para preocuparse por su estado. Su rostro lo decía todo.Manos a la cara y girando su cuerpo. Era evidente que algo grave había pasado. ÁngelMartín, el doctor de la carrera, fue el primero en atenderle. Félix Prendes Rodríguez se había estrellado posiblemente contra una señal de tráfico. Un traumatismo craneoencefálico severo que acabó con su vida de forma fulminante. El casco quedó hecho un ovillo. El impacto fue brutal. ÁngelMartín, que ha tomado parte en cientos de pruebas deportivas, no había visto algo parecido en su vida. No tenía constantes vitales. Inmediatamente fue trasladado de urgencia por la ambulancia que prestaba servicio a la prueba al Hospital ríoCarrión, donde certificando su muerte.

Entre los coches seguidores de la prueba (entre ellos, DiarioPalentino, único medio presente en la carrera se iba corriendo la noticia de la gravedad del accidente, pero no se quería dar crédito a la realidad.

César Calleja, el speaker de la carrera, tampoco lo comentó a la llegada de los corredores por megafonía, pero la noticia de su muerte iba conociéndose, provocando entre los ciclistas participantes dolor y lágrimas. David Nieto, presidente del club organizador, la SD Danisa (a la par que del Palencia Cristo Atlético) lamentaba profundamente lo sucedido. «Estamos traumatizados», repetía incrédulo una y otra vez.