Corría el mes de septiembre de 2020 cuando el Ayuntamiento de Guardo sacó a concurso por el sistema de oposición de turno libre cuatro plazas de agentes de Policía Local, lo que suponía la mayor convocatoria de los últimos quince años en el municipio minero. Con ella se pretendía reforzar un Cuerpo menguado en efectivos desde un año antes tras una serie de bajas y desplazamientos que se habían producido en los meses precedentes.

Desde entonces, el Consistorio norteño solo ha sido capaz de incorporar a dos nuevos policías, que tomaban posesión de forma oficial esta misma semana. Y no ha sido por falta de voluntad política en el seno del equipo de Gobierno, que se ha afanado en ampliar la plantilla, sino por las continuas trabas burocráticas que se ha encontrado por el camino en un proceso selectivo no sin falta de incidencias al que no le han faltado alegaciones y sentencias judiciales.

Tras estas nuevas adhesiones, el Cuerpo actual está formado por tres agentes (el Ayuntamiento llevaba funcionando solo con uno en el último año), lo que está aún muy lejos de una plantilla «ideal», que estaría formada por nueve agentes, según pone de manifiesto el alcalde, Juan Jesús Blanco. Más concretamente, se trataría de siete policías, un suboficial y un oficial.

NO ANTES DE 2024

Para alcanzar este número habrá que esperar hasta julio de 2024, como mínimo. Y es que primero tiene que publicarse una nueva convocatoria desde la Junta de Castilla y León, después realizar todo el proceso selectivo en forma de pruebas teóricas y físicas y, a continuación, formarse en la Academia de Ávila. Más adelante llegan las prácticas en el lugar de destino y, finalmente, la toma de posesión del cargo. 
«Es un proceso terrible, muy lento y tedioso», afirma el primer edil guardense. Este asegura, por otra parte, que la relación con la Guardia Civil es «muy buena»». «Si no fuera así, sería imposible trabajar con una plantilla de Policía  Local tan justa», sentencia.