Gana China, pierde Rusia

Cristina Lladó (EFE)
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La guerra en Ucrania está imponiendo un nuevo escenario geopolítico y, mientras el Kremlin se ve cada vez más aislado, el país oriental aprovecha la falta de atención para tomar ventaja

Los expertos coinciden en que la contienda también ha beneficiado a organizaciones como la OTAN o la Unión Europea. - Foto: Reuters

A tan solo un día de que se cumpla un año de la invasión rusa de Ucrania, los expertos coinciden en que la guerra ya tiene ganadores y perdedores: «pase lo que pase, Rusia se ha convertido en un paria» y China le está tomando la medida a Occidente beneficiándose de la falta de atención de Estados Unidos a otros escenarios mundiales.

Así, la contienda ha servido para poner de manifiesto las fortalezas y debilidades de unos y otros, impulsar la actuación conjunta de la Unión Europea y poner fin al «espejismo» de unas relaciones internacionales basadas en la globalización, las normas y leyes.

El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas Alberto Priego lo tiene claro: el gran perdedor del conflicto, aparte de Kiev, que pone los muertos y la destrucción, es Moscú, que «pase lo que pase, se convierte en un Estado paria». También lo hace el «modelo hiperglobalizado y desregularizado» que ya había sido tocado de muerte por el coronavirus y que ahora recibe la puntilla al ponerse de manifiesto la necesidad europea de invertir seriamente en Defensa, algo que solo pueden hacer los países, asegura.

Por contra, ganan las organizaciones de seguridad conjunta, como la OTAN, y la UE recibe un impulso importante a su proceso de integración y recupera el vínculo transatlántico. También triunfan las energías renovables, «no tanto por limpias, sino porque evitan la dependencia de terceros», y, sobre todo, EEUU, que recupera su realidad e identidad y «sale de la esquizofrenia entre el populismo de Trump y el pacifismo de Obama», argumenta Priego.

Y gana Ucrania, que va a terminar esta guerra con el mayor y mejor equipado Ejército de Europa, lo que va a facilitar su acceso a la UE por el mismo pragmatismo que llevó a los aliados a incorporar a Alemania al escenario internacional tras la Segunda Guerra Mundial.

También la investigadora principal del Real Instituto Elcano y profesora de Relaciones Internacionales Carlota García Encina cree que, en última instancia, la invasión ha facilitado la entrada de Kiev en el bloque comunitario, una posibilidad que antes no era ni deseada, ni muy factible. Y es que, la contienda ha inclinado a favor de los Veintisiete a la sociedad ucraniana, antes muy dividida entre prorrusos y proeuropeos.

Además, el enorme apoyo internacional ha hecho necesario que el presidente Volodimir Zelenski esté «supervisando personal y cuidadosamente» el uso a la ingente cantidad de dinero que le llega.

García Encina coincide con Priego en que el escenario bélico también ha puesto de manifiesto las importantes deficiencias del armamento y munición de los países europeos y la necesidad de impulsar la modernización y fabricación del suyo propio, sin dependencias.

No obstante, la investigadora no cree que el conflicto beneficie a EEUU más allá de reforzar los lazos trasatlánticos, ya que le obliga a desviar su atención y recursos del panorama que de verdad le preocupa: el Indo-Pacífico y su competencia con China, lo que supone una «distorsión de sus objetivos e intereses a largo plazo».

Desde la sombra

Para el profesor y coordinador de grado de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Valencia, Frédéric Mertens de Wilmars, también está fuera de toda duda que Pekín es uno de los grandes beneficiados.

En su opinión, el gigante asiático aspira a convertirse en una gran potencia política y «está valiéndose de Rusia» para cambiar los parámetros de la geopolítica mundial, del «poder blando» que había casi dominado el escenario internacional al «poder duro» de la imposición por la vía política y militar. Por ahora, «China está mirando desde un balcón a ver qué pasa cuando se reta y ataca al mundo occidental; está testando a la potencia contraria y aprovechando que EEUU está dedicada a Ucrania para tomar ventaja en otros escenarios», plantea.

En su opinión, también gana la UE, para la que la guerra, si bien ha puesto de manifiesto que «los europeos no somos nada, nada, nada en capacidades militares», también ha marcado el camino hacia una mayor integración y coordinación de su política Exterior y de Defensa, y la necesidad de una mayor independencia comercial y energética.