Es el nombre de la programación del verano cultural que la Diputación de Palencia ha realizado para amenizar el ocio de los palentinos y visitantes durante los meses de julio y agosto. Se anuncian ocho modalidades de entretenimiento, la mayoría musicales de diversos géneros y, sin duda, pensadas para todos los gustos. También tenemos teatro, magia, circo, etc. Buena idea resulta la selección de escenarios elegidos: entornos del Canal de Castilla, alrededores de la presa del pantano de Ruesga, en Cervera de Pisuerga. Lugares plenamente veraniegos, donde disfrutar de las bellezas naturales de nuestra provincia escuchando buena música en directo. También los templos y castillos  seleccionados serán un magnífico marco que revalorizará nuestro patrimonio artístico. Reconozco que no soy muy asidua participante en estos acontecimientos pero, más por curiosidad que por afición, decidí inscribirme en una visita guiada teatralizada. En este caso la elegida fue Palencia modernista, que se desarrolla durante la noche de los sábados. La primera sorpresa fue el nutrido número de personas asistentes. En estos cálidos días veraniegos, resulta especialmente agradable pasear durante la noche y, si el paseo te ofrece un atrayente recorrido por nuestra calle Mayor, acompañado de interesantes explicaciones que ilustran la importancia de magníficos edificios de estilo Modernista, su historia y características, el paseo resulta gratísimo. La escenificación de algunos episodios relacionados con la arquitectura de las construcciones más significativas que adornan nuestra calle principal anima las explicaciones de la guía que nos acompañó. El paseo nocturno me ofreció otro modo de mirar la calle Mayor, a la vez que me ilustró su historia con entretenidas anécdotas olvidadas o desconocidas. Hay otras visitas programadas que tengo intención de realizar para culminar con la que, estoy segura de ello, ya constituye un importante acontecimiento cultural como es Renacer, esa magna exposición de una parte de nuestro magnífico patrimonio cultural. Es el mejor modo de culminar el setecientos cumpleaños de nuestra querida Catedral. Estas actividades nos conducirán a la celebración de la feria de San Antolín y sus extraordinarios carteles de toros. Pero de esto ya hablaremos.