Las puertas del Cerrato Palentino se han abierto esta tarde en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en el stand de Castilla y León para dar a conocer, el enoturismo que enamoró a Gaudí y los orígenes de la cultura teatral en castellano.

Lo han hecho de la mano del ADRI (Asociación para el Desarrollo Rural Integral) Cerrato Palentino y de su presidenta, María José de la Fuente Fombellida, que ha hablado de los vinos de las de DO Arlanza y Cigales y el arte de la comarca. Como los cerros y los valles se entremezclan para que los turistas puedan descubrir a la vuelta de cada curva un nuevo secreto del sur de Palencia que más allá de los visigodos y los campos de trigos: el teatro y vino son los temas que este año desde el ADRI ha seleccionado para atraer al público internacional, los agentes y grandes especialistas en viajes en la feria que se celebra en Madrid, según han informado a través de un comunicado.

HISTORIA DEL TEATRO. A mediados del siglo XV el dramaturgo palentino Gómez Manrique (1412-1490), tío de Jorge Manrique, escribió el "Auto del Nacimiento de Nuestro Señor", joya de la literatura castellana y primer texto de teatro del que se conoce el autor. Gómez Manrique ideó esta obra para ser representada en el Convento de Calabazanos, donde su hermana era vicaria.

Desde entonces, y siguiendo la tradición, se viene representando este Auto de Navidad en el mismo lugar. Un acto que se reivindica en el conocido como 'Escorial de barro' que se reivindica como un evento único en España, fiel a su esencia y que estará presente en Fitur de la mano de los personajes de la obra que recorrerán IFEMA y trasladarán más allá de los muros del monasterio a los visitantes de la feria.

MÁS ALLÁ DE GAUDÍ. Catalogados como Bien de Interés Cultural como Conjunto Etnológico, barrios de Bodegas como el de Baltanás, Torquemada o Dueñas, han llegado a Fitur para darse a conocer a nivel internacional con el fin de que las fronteras que traspasó el insigne arquitecto catalán Antoni Gaudí lleguen a un público más amplio.

Conservadas de forma delicada por sus sucesivos propietarios, que en muchas ocasiones han pasado de generación en generación, mantienen su uso como lugares de descanso y de disfrute gastronómico local y ahora suman, además, el mostrarse como valor de la cultura y la esencia del patrimonio material e inmaterial de la península ibérica.

Un ejemplo del trabajo que se está realizando en la zona, es el premio de La Zarcera, galardonada en los VI Premios de Enoturismo 'Rutas del Vino de España' Acevin, por haberse convertido en el elemento dinamizador del barrio de bodegas de Baltanás (barrio de bodegas en cerro), impulsando la recuperación de muchas de ellas y la adecuación del entorno como elemento turístico.

Así como por servir de enlace entre el pasado reciente y el presente dentro de una tradición singular vinculada a las zonas rurales, cada vez más valorada y reconocida, como es la arquitectura popular relacionada con el mundo del vino y aunar aspectos culturales, gastronómicos y artísticos y enlazarlos a la perfección con el mundo del vino, creando un producto enoturístico destacado y atractivo.