"Con unión sindical pero cada planta de Siro defendió lo suyo"

J. Benito Iglesias
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Después de rubricar el lunes en el Industria el acuerdo con el grupo inversor para reflotar al grupo Siro, los presidentes de los comités de empresa de las plantas de Venta de Baños y Aguilar, Mari Mar Rodríguez y Alfredo Alonso, resumen el conflicto

"Con unión sindical pero cada planta de Siro defendió lo suyo" - Foto: DP

¿El acuerdo con los socios inversores de Siro supone solo un salvavidas temporal o hay futuro? 

Mari Mar Rodríguez.  Todas las plantas tendrán viabilidad pero a nuestra galletera no se la garantiza del todo aún. Hay dos años para buscar una solución a su continuidad, bien con un inversor, con salidas incentivadas o que otros centros de trabajo del grupo asuman la plantilla.

Alfredo Alonso.  Es evidente que sí se garantiza el futuro de muchas familias que lo teníamos amenazado. Ahora, respecto a hace unos días, ya  se percibe que hay capacidad económica para invertir en las plantas de Castilla y León y que, así, puedan ser viables y más competitivas.

¿Temieron que al cesar la producción y no abonar el sueldo de mayo que la empresa se liquidara?

M.M.R. Sí. Sobre nuestra planta existía el temor de un ERE extintivo y así era muy difícil recuperarla. Había que llegar donde hiciera falta para evitarlo y, ahora, al memos hay esperanza para conseguirlo.

A.A. Sí que existía ese temor y desde meses atrás, donde ya vimos que la situación del grupo era muy complicada y estos últimos días estaba agonizando. Pensamos que se iba a la quiebra con un concurso de acreedores que iba a truncar la vida y la economía de muchas familias en zonas rurales ya con problemas.

La negociación del Plan de Competitividad duró ocho meses. ¿La compañía fue transparente sobre su situación real de quiebra?

M.M.R. No lo ha sido porque no hemos tenido la información suficiente para visualizar lo que realmente estaba ocurriendo y la deuda que se acumulaba.

A.A. Sí es cierto que al principio no la hubo, pero al poco tiempo nosotros ya teníamos datos económicos sobre la mesa que nos hacían ver que las cosas no iban como correspondía para afrontar el futuro y que la continuidad de las plantas empezaba a ser muy complicada. En cierto modo se ocultaron algunos aspectos por miedo a la huida de clientes, proveedores y potenciales inversores.

¿Consideran los comités de empresa que 100 millones de inversión en dos años son suficientes para lograrla viabilidad de las fábricas?

M.M.R. Creemos que con ese dinero, al margen de nuestra galletera que no entra en ese plan, pondrán al  resto de las fábricas en la línea de ser más competitivas y eso es muy importante y valorable dentro del acuerdo alcanzado por lo que supone de esperanza para el conjunto d e los trabajadores de Siro. También destacamos que se ha logrado un compromiso para intentar reflotar la galletera de Venta de Baños.

A.A. Suficientes sí, pero creemos que es conveniente invertir más en un escenario de fuerte competencia y porque consideramos que de esta forma se pueden crear nuevos puestos de trabajo y crecer más en un mercado que da para ello.

¿Ha habido unidad sindical y sintonía acordes al problema con el Ministerio de Industria y la Junta para mantener 1.700 empleos en Castilla y León?

M.M.R. Bueno, voy a decir que sí, aunque cada comité intentaba salvar su planta y no voy a criticar a nadie en este sentido porque seguramente yo hubiera hecho lo mismo. Existía unidad sindical pero cada uno intentaba también defender lo suyo. Si en mi caso nuestra fábrica fuera más moderna y estuviera en otra situación hubiera actuado como lo han hecho mis compañeros.

A.A. Sí ha habido unidad sindical, pero también es cierto que desde cada comité de empresa hemos afrontado este conflicto de forma distinta. Lo que  sí ha habido es sintonía con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y su titular, Reyes Maroto, Mientras tanto, con la Junta también la hubo en el caso de su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, pero no con su socio  de gobierno, ya que parece que desde Vox solo quieren cazar sindicalistas y comunistas. Dicen que solo sabemos salir a la calle cuando nos lo piden los grupos políticos independentistas, por lo que no podemos compartir nada.

¿A qué se debió, en su opinión, la deuda de 300 millones en Siro, que tuvo cuentas positivas hasta 2020?

M.M.R. Estoy convencida de que si las inversiones del grupo no se hubieran ido fuera de España a las plantas de Portugal, Reino Unido, Italia y México esto no hubiera ocurrido. Intentaron potenciar fuera del país al resto de factorías, el tema no ha salido todo lo bien que la empresa pensaba y por ahí se ha ido una cantidad importante de dinero.

A.A. Primero una gestión económica inadecuada que no se ha podido reconducir a tiempo, unas inversiones en los últimos años en plantas en el extranjero poco acertadas y la pérdida de referencias fabricadas para nuestro principal cliente, que es Mercadona.

La empresa se llevó producción a Portugal desde la galletera de Venta de Baños. ¿Está garantizado que no se repetirá esta situación?

M.M.R.  No tenemos esa garantía ya que en el caso de nuestra fábrica se intentará buscar una solución con un plazo de dos años. Se hará un seguimiento de lo que van a hacer y se vuelve a llevar carga de trabajo a Portugal o al resto de las fábricas, si bien el inversor dijo que el 100 por 100 de esta producción se quedaría en Castilla y León, pero no lo tengo claro.

A.A. El Ministerio de Industria, Comercio, y turismo nos ha garantizado que no se va a dirigir carga de trabajo fuera desde ninguna de las plantas ubicadas de Castilla y León. Así se da una solución medio plazo a lo compañeros de la galletera de Venta de Baños y se puede empezar a generar más empleo en resto de factorías.

¿En qué han cedido los sindicatos, los trabajadores y los inversores para que todo llegara a buen puerto?

M.M.R.  Se ha cedido en la rebaja salarios con congelaciones, no en el caso de las planta de galletas, pero sí en el resto si se quería tener un futuro laboral despejado.

A.A. El esfuerzo económico lo han hecho todas la partes. Los trabajadores y los sindicatos al asumir una pérdida de poder adquisitivo a corto plazo y recuperándolo a largo plazo, los inversores aportando más inyección de capital y el Ministerio de Industria poniendo a todo su equipo a disposición del conflicto y acompañando con ayudas económicas.

¿Han echado de menos algún apoyo concreto durante las negociaciones de los últimos días?

M.M.R.  He echado de menos el apoyo de algún sindicato, en el caso de nuestro comité, y en algún momento nos hemos sentido un poco solos.

A.A. Sí por parte de la Junta de Castilla y León, ya que la competencia para actuar en todo el conflicto en Siro  la tiene el consejero de Industria de Vox, Mariano Veganzones y, por su parte, no hemos visto ninguna solución. No sabemos si porque no podía o porque no sabía.