Castilla y León alcanzó un déficit de 178 millones de euros en septiembre de 2022, una cantidad que equivale al 0,28 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) y que se contrapone a los 330 millones de saldo positivo anotados en el mismo mes de 2021, que suponían un 0,55 por ciento del PIB, según informó en un comunicado remitido a Ical el Ministerio de Hacienda y Función Pública.

Las autonomías presentaron en los primeros diez meses un déficit de 5.879 millones, lo que supone un 0,45 por ciento del PIB, frente a un superávit de 8.323 millones registrado justo un año atrás.

Por su parte, hasta septiembre de 2022 el déficit conjunto de la Administración Central, los Fondos de la Seguridad Social y las comunidades autónomas, excluida la ayuda financiera, se sitúa en 20.272 millones, equivalente al 1,55 por ciento del PIB. Si se incluye el saldo de la ayuda a las instituciones financieras, por importe de 674 millones, el déficit se sitúa en el 1,6 por ciento del PIB.

Los recursos no financieros se sitúan en 222.177 millones, lo que implica un 25,9 por ciento más respecto al mismo periodo de 2021. Los impuestos alcanzan los 181.111 millones, el 81,5 por ciento del total de los recursos, y crecen un 21,6 por ciento respecto a octubre de 2021, en términos de contabilidad nacional.

Los impuestos sobre la producción y las importaciones aumentan un 13,4 por ciento. En concreto, los ingresos por IVA se elevan un 18 por ciento. Los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio crecen un 32,5 por ciento debido al IRPF, que se incrementa un 38 por ciento. Por su parte, el Impuesto sobre la Renta de No Residentes se eleva un 60,3 por ciento debido al aumento de los dividendos. Los ingresos del Impuesto sobre Sociedades crecen un 35,5 por ciento, si se deducen los ingresos extraordinarios derivados de la fusión de dos grandes entidades y de una venta de activos que se recogieron en 2021.

Asimismo, los impuestos sobre el capital aumentan 134 millones de euros respecto al mismo periodo del año anterior y los ingresos de las cotizaciones sociales descienden en un 2,2 por ciento.

Las rentas de la propiedad disminuyen un 3,1 por ciento respecto a 2021 debido a los menores ingresos por intereses, que disminuyen un 12,9 por ciento hasta 1.505 millones. No obstante, esta disminución se compensa, en parte, con el aumento de los ingresos por dividendos y otras rentas de la propiedad en un 5,4 por ciento hasta los 2.092 millones.

Los ingresos procedentes de la venta de bienes y servicios muestran un crecimiento del 33,9 por ciento. Finalmente, los otros recursos no financieros aumentan en 13.317 millones, lo que se debe a que el efecto a favor del Estado de la liquidación definitiva de 2020 de Comunidades Autónomas y de Corporaciones Locales practicada en julio ha sido muy superior, en torno a 11.400 millones más, que el de la liquidación definitiva de 2019. No obstante, desde el Ministerio de Hacienda y Función Pública señalan que "este efecto se va a ir atenuando a medida que avanza el año".