Carmen Arroyo

La Quinta

Carmen Arroyo


Trinidad Arroyo

03/03/2022

En 2001, en la revista de la Pittm, número 72, páginas 273 a 320, publiqué Mujeres en el mundo de la cultura palentina: su aportación a la misma dentro de la Institución Tello Téllez de Meneses. Entre ellas, Trinidad Arroyo Villaverde ocupa mis preferencias. Me gusta leer los artículos donde se habla de ella. Jesús Coria Colino -hombre inquieto- fue largos años director del Instituto Jorge Manrique y organizó ciclos de interesantes conferencias sobre poesía y literatura. Marelino García Velasco participó en algunas como poeta y, lógicamente, asistimos a casi todas, salvo que algún imprevisto alterase la decisión de acudir. En una se habló de Trinidad Arroyo: de su insuperable expediente académico y fuerza de voluntad para asistir a la Universidad y licenciarse en Medicina. Y quizá por esa valentía me enganché y seguí leyendo sobre ella. Una persona que lucha por estudiar lo que quiere en un tiempo difícil para el acceso de la mujer a los estudios me llevó a sentir admiración por esta palentina. 
 También se le dedicó el busto que permanece a la izquierda, antes de entrar en el Instituto. Fue una de las mejores alumnas. Me agradó ver que el domingo, 20 de febrero, en El País, Manuel Ansede, le dedicara una página con amplia información a nuestra palentina. Un ejemplo: «Trinidad votó 17 años antes que las demás mujeres». «La oftalmóloga, nacida hace 150 años, participó en unas elecciones generales por ser profesora de medicina». Aparece, también, la ficha de su entrada en México como asilada política, en el año 1939. Escribe el autor del artículo que el ABC del 24 de abril de 1916 mostraba a una sola mujer, Trinidad Arroyo, acercando su voto a una urna, rodeada de una veintena de hombres encorbatados y que, unos días después, la popular revista Mundo Gráfico publicó que Trinidad Arroyo era la primera mujer que votaba en unas elecciones generales en España. Había nacido en Palencia en 1872. 
Expulsada de su patria, murió en México en 1959. Contaba 87 años. Casada y sin hijos. Mujer generosa, donó su fortuna para becar a las jóvenes que, careciendo de medios económicos, pudieran estudiar Medicina gracias a la Fundación que lleva su nombre. Ciento cincuenta jóvenes han estudiado medicina gracias esta oftalmóloga palentina.