Javier San Segundo

Ajo, guindilla... y limón

Javier San Segundo


Feliz y próspero 2023

31/12/2022

Coincide esta última quincenal del ´22 con el último día del año. Y el día 31 es de ley emplearla como ha de ser menester. El sector hostelero ha atravesado los más pantanosos escollos desde que allá, vaya usted a saber cuándo, el primero sirviera un brebaje a cambio de un precio. La pandemia abofeteó a todos y cada uno, con todas y cada una de sus circunstancias e idiosincrasias. 
Lamentable y tristemente, no todos han soportado este tornado asolador que ha dejado las filas hosteleras diezmadas. Y parece que ese desierto temporal de encierro ha trasladado a numerosos efectivos del servicio y la cocina a otros sectores y cada vez se vislumbra más complicado disponer de un equipo que garantice una apertura digna y profesional con un beneficio que sostenga los negocios. 
Pero también es cierto que estamos observando los locales hasta la bandera en cada jornada de esta Navidad, los libros de reservas a rebosar y se torna imposible buscar mesa y mantel si no se ha previsto con la suficiente antelación. Como hacía años, quizás. Y recordemos que este último verano y las ganas de salir y disfrutar de la parroquia después de una pandemia carcelaria terminaron hasta con las reservas de hielo… cosa inaudita hace tres cortes de pelo.
Y aquí termino, con una conclusión y un deseo. Después de las resumidas líneas previas y como brevísimo e incompleto análisis de la realidad actual, creo que, cuando pasen los festivos, será buen momento para recapacitar y darle un vuelco al sector, por el bien del personal trabajador, de sus condiciones, reconocimiento y satisfacción, y por el bien del empresario empleador, para su tranquilidad, sostenibilidad, beneficio y buen hacer. Seguro que redundará en el cliente que es el que se gasta los cuartos. Y todos contentos.
Así que solo queda, y es lo importante de verdad, desear felicidad y prosperidad para este año que asoma el hociquillo. Que se perpetúen los llenazos, porque forman parte de nuestra idiosincrasia como sociedad, con una manera de ser y unas licencias geográficas que nos convierten en la envidia del mundo.
Y hoy, por supuesto, no me restrinjo en este anhelo a la hostelería, nuestra temática primigenia, recurrente y original.
Desde Ajo, Guindilla… y Limones… FELICIDAD Y PROSPERIDAD para todos. Con Mayúsculas.