Atrapado por la burocracia

David Correia
-

El joven colombiano Italo Misael, jugador del San Telmo, de 15 años, continúa esperando, dos meses después, a que la federación nacional dé el visto bueno a su documentación

Atrapado por la burocracia - Foto: Sara Muniosguren

Ni es Messi ni Cristiano Ronaldo. No es Haaland, ni tampoco Mbappé. No es la superestrella emergente del mundo del fútbol, ni la mayor promesa de las categorías inferiores palentinas. Es Italo Misael Polanco y no puede jugar en la  2ª División Provincial cadete porque la federación no le deja. A pesar de tener absolutamente todos los papeles en regla. Es frustrante que la familia y el club se hayan movido con rapidez para conseguir toda la documentación en tiempo récord (y que así él pueda jugar cuanto antes) y sin embargo el chaval sigue sin poder saltar al campo porque la federación nacional, que tiene desde hace dos meses los papeles en sus manos, no agiliza el trámite.

«A finales de la temporada pasada comenzó a entrenar con nosotros, ya que tenía varios amigos en el equipo. Como a él le gustaba y el resto del equipo le aceptó perfectamente, le dijimos que le esperábamos en septiembre para empezar la campaña. Ahí es cuando se empezó a mover el tema de las fichas. Como no es residente 100% español, te piden un montón de papeles. Pasaporte de la madre, su pasaporte y papeles de escolaridad de los últimos cinco años. Después de solicitar dicha documentación y reunirla, la presentamos en la federación local, que nos la aceptó sin problema. La misma federación la envió a la territorial, de Castilla y León, que nos pidió que estuviera todo junto en un mismo documento. Una vez solventado ese trámite, volvimos a mandar a la territorial la documentación. Como ya estaba todo correcto, ellos lo mandan a la nacional, que es el punto en el que nos encontramos ahora. Entendemos que todo está bien, porque no hemos recibido notificación, así que lo único que falta es que lo acepten para hacerle la ficha y que pueda jugar. Pero seguimos esperando, porque todavía no lo han hecho», comenta Álvaro Santiso, entrenador del equipo.

Es una situación que empieza a desesperar, sobre todo porque es algo que ya no depende de ellos, sino de alguien ajeno. El club y la familia han hecho todo lo que tenían que hacer, y ahora el balón está en el tejado de la federación. «Llevan casi dos meses con todos los papeles en regla y no agilizan la situación. Pasan y pasan las jornadas y Misa sigue sin poder jugar con sus compañeros. El problema es que no hay una fecha límite para que todos los trámites queden cerrados. Como no hay un plazo, por así decirlo, ellos tienen la documentación, pero no proceden a tramitar la ficha. Estamos esperando a que cojan el expediente y le den el visto bueno para que pueda jugar», asegura Óscar Estébanez, delegado del equipo.

Atrapado por la burocraciaAtrapado por la burocracia - Foto: Sara MuniosgurenDesde la barrera. Los toros, desde la barrera. Desgraciadamente, Misa tiene que ver al equipo con el que entrena todos los días desde la valla que separa las gradas del campo. «Él viene a los entrenamientos con todo el entusiasmo del mundo, pero cuando llega el fin de semana y con él el partido, aunque viene a apoyar al equipo, se siente muy frustrado. Mientras sus compañeros, con los que ha entrenado toda la semana y preparado el encuentro, están jugando, él se sitúa detrás de la valla y lo único que puede hacer es apoyarles», afirma Estébanez.

«Llevo dos años jugando al fútbol. En mi instituto se hacía una actividad extraescolar los jueves que era ir a jugar al fútbol sala. Me acabó gustando y decidí apuntarme a un equipo. Pero todavía no he podido jugar. Se suponía que después de dos partidos estaría todo resuelto, porque toda la documentación ya tendría que estar certificada, pero ya van siete jornadas del campeonato y sigo sin poder hacerlo», confirma, con pena, el menor.

Una situación que el club ve incomprensible. «No tiene sentido en cuanto a que es un chaval que lo único que quiere es divertirse. No somos ni el Barcelona ni el Real Madrid, no queremos ni fichar a una superestrella ni pegar un petardazo. Solo queremos que se agilice el trámite cuanto antes para que el chico pueda jugar», sentenciaba Álvaro Santiso.

Diario Palentino ya se hizo eco de un problema similar hace unas semanas, cuando jugadores ucranianos del cadete del Palencia Cristo Atlético no podían jugar por un problema parecido. Finalmente, la federación se puso manos a la obra y los pequeños del club morado pudieron disputar sus encuentros. El San Telmo confía en que esta situación pueda solucionarse cuanto antes, porque es desagradable ver cómo Misa, en cada entrenamiento, pregunta apesadumbrado a los entrenadores sobre cuándo va a poder jugar.

Con el balón en el tejado de la federación, Misa espera  la confirmación para coger ese esférico y poder marcar un gol por toda la escuadra en su primer partido oficial en la competición. ¡Ánimo, Misa, ya queda menos!