El Romano de Victorio Macho en la Gran Vía de Madrid

DP
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La escultura del artista palentino, de 7,6 metros, corona el edificio número 60 de la Gran Vía que se transformará en un nuevo hotel con 12 plantas para 472 clientes después de cinco años de abandono

El Romano de Victorio Macho en la Gran Vía de Madrid

La Gran Vía de Madrid cuenta desde los años 30 con una escultura de 7,6 metros, que corona   un edificio situado en el número 60, donde el artista palentino Victorio Macho dejó su sello. La figura, conocida como El Romano, fue realizada en bronce y representa a un hombre vestido únicamente con una capa blanca y que sujeta sobre su cabeza una pequeña casa o templete, donde los expertos dicen que se trató de realizar una alegoría del ahorro.

Una información publicada por El Confidencial recoge que el Ayuntamiento de Madrid ha dado el visto inicialmente bueno al Plan Especial que transformará dicho inmueble en un hotel que supondrá una inversión de 5,9 millones de euros y una facturación anual en torno a los 3,4 millones de euros. 

El edificio fue construido por Emilio Ortiz de Villajos Müller y ha permanecido abandonado durante cinco años, con la excepción de los locales comerciales. La edificación cuenta con 12 plantas, sótano y una superficie total construida que supera los 5.000 metros cuadrados. 

A nivel patrimonial, está incluido en el catálogo de edificios protegidos. Una protección que, según la memoria del proyecto consultada por El Confidencial, queda asegurada, ya que la propuesta permite «la restauración y recuperación de los elementos arquitectónicos que motivaron la catalogación del edificio como Nivel 1 Grado Integral».

El cambio de uso del edificio como hotel incrementará su aforo total hasta alcanzar las 472 personas. Se le dotará de 45 plazas de aparcamiento en el subterráneo de la edificación y está previsto que abra en unos meses.

SEDE BANCARIa.  El bloque residencial se pensó para uso mixto de sede bancaria, local comercial y viviendas. Se inauguró en junio de 1932, según lo proyectado, y tan sólo se sustituyó el torreón con remate de pináculos y reloj central por una estatua gigante, El Romano, El Coloso o también conocido como El Atlante.

Siguiendo el estilo art déco imperante en la época, la bonita fachada fue obra del arquitecto Emilio Ortiz Villajos. Con el paso del tiempo el edificio quedó en muy mal estado tras la Guerra Civil al ser la zona objetivo de los obuses, por lo que tuvo que ser reconstruido a su término por Casto Fernández-Shaw, en 1942. Con su peculiar forma de herradura, el frontispicio sigue siendo uno de los mejores ejemplos de art déco de la ciudad. Y según se baja por Gran Vía hasta Plaza España, el perfil del Romano se superpone al de otra escultura en una azotea, uno de los siete ave fénix que hay en la capital.

La estatua del Romano fue una de las obras más relevantes encargadas a Victorio Macho al poco de iniciar su carrera artística en Madrid y había alcanzado cierta fama. Además, cuenta como obras más relevantes la escultura dedicada al escritor e historiador canario Benito Pérez Galdós, inaugurada en 1919, y la del premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal, ambas situadas en el Parque del Retiro, esta última con fecha de 1926. Macho permaneció en el exilio entre Colombia y Perú hasta 1952 para residir en Toledo. Años después, en 1966, esculpió una obra más también ElRetiro, dedicada al dramaturgo Jacinto Benavente.