La Mesa Eólica Montaña Palentina celebra la decisión de la Junta de Castilla y León de rechazar los eólicos Rubagón y Pisuerga por el impacto «crítico que», según denuncia, supondrían para la zona norte. El colectivo apunta que estos parques formaban un mismo proyecto de la misma empresa separados en dos, ya que consideraban que así «sería más fácil su aprobación». Una práctica «tramposa y bastante común», denuncia.

El Bocyl publicaba la declaración de impacto ambiental elaborada por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio donde de «una manera contundente» recogía las razones que había expuesto la asociación para el rechazo de estos proyectos.

Y es que, el lugar elegido para la ubicación del parque está clasificada como una zona de extraordinaria sensibilidad para aves planeadoras y el parque eólico se localiza en un área de enorme valor paisajístico. Asimismo, su instalación supondría una «alteración manifiesta del paisaje y del fondo escénico de estos bienes del patrimonio cultural», entre muchas otras.

Asimismo, desde la Mesa confían y esperan que las resoluciones que hay pendientes en esta misma zona de tres macroparques fotovoltaicos para la instalación de centenares de miles de placas solares, frente a los que el colectivo junto a otros también presentaron alegaciones, tenga el mismo rechazo ya que la afectación sería al mismo territorio que los eólicos.