Tierras de Campos se ha transformado en una galería de arte al aire libre que busca impulsar la comarca a través de obras de gran formato. La iniciativa parte del grupo de acción social Araduey-Campos en virtud del convenio firmado con la Diputación, ya que dicha organización considera de vital importancia trabajar en la formación de este mundo en la provincia.

El proyecto lleva el nombre de Del cemento al lienzo y su objetivo es hacer más visible este territorio a través de una sala de exposiciones situada en aquellos edificios singulares y lugares emblemáticos que han caído en el olvido como pueden ser los silos, las estaciones de ferrocarril o las construcciones agrícolas, entre otras.

El plan consistió en realizar 14 obras de arte de carácter mural, que se dividieron en dos categorías. La primera parte fueron 11 murales ejecutados en espacios pequeños en las localidades de Calzadilla de la Cueza, Boadilla del Camino, Paredes de Nava, Boada de Campos, Osorno, Villasarracino, Itero de la Vega, Husillos, Támara de Campos, Población de Campos y Villada. Y la segunda parte fueron tres obras a realizar en espacios correspondientes a silos concretamente en Cisneros, Castromocho y Frechilla. 

VilladaManuel Acero, gerente de la organización establece: «La iniciativa de convertir el cemento en lienzo comenzó el mes de octubre del año pasado con el primer mural y el último, que fue el silo en Frenchilla, concluyó el pasado 1 de agosto». Casi un año tardó el GAL Araduey-Campos junto a los artistas seleccionados en dar color a la comarca gracias a un proyecto de cierta complejidad y muy innovador. Además, afirma que la aparición de los murales «ha generado sorpresa, agradecimiento y orgullo en la gente de los pueblos que así lo han transmitido a la organización», agrega Acero. 

Esta propuesta viene a complementar otras que han tenido gran impacto a la hora de generar un mayor sentimiento de comarca, y que han supuesto un impulso de múltiples actividades lúdicas tomando como base la divulgación de los valores del medio rural y la toma de conciencia sobre lo valioso de nuestro patrimonio material y humano. 

PROYECTO. Para poder emprender dicha propuesta, la asociación dividió la iniciativa en seis fases. La primera se centró en la realización de una intensa campaña de información y divulgación con el objetivo de hacer llegar la idea de convertir a las localidades de Tierra de Campos en una galería de arte. Con la meta de explicar con detalle el alcance de la misma y animar a los pueblos a poner a disposición del proyecto sus espacios públicos, se realizó una campaña de información. Se repartieron circulares informativas a todos los municipios del territorio, se divulgó la idea a través de medios de comunicación y redes sociales. Y, por último, se realizaron reuniones presenciales y visitas individualizadas para informar del proyecto a los colectivos interesados. 

Del cemento al lienzoEs evidente que los espacios que se iban a convertir en un lienzo tenían que ser de titularidad pública o colectiva. De esta manera se evitaban situaciones que podían resultar complejas de resolver. Además, dichos lugares debían cumplir con una serie de características que se valoraron en el momento de realizar la selección.

Para la tercera fase, Araduey-Campos creó un comité de selección de los espacios que se encargó de valorar dichos lugares en función de los criterios establecidos. La comisión estaba formada por miembros de la asociación, personas representativas del territorio e individuos con criterio experto en la materia.

Una vez que se realizó la selección de los espacios que cumplían las características establecidas, y teniendo el cuenta el presupuesto para el proyecto, se organizó una convocatoria-concurso  para aquellos artistas interesados con domicilio o vinculación acreditada en la comunidad. En total, se presentaron 55 propuestas a la competición, donde los miembros del jurado analizaron cada una, detallando los aspectos técnicos de su obra, materiales, calidad, entre otros más. Además, los artistas debían hacer entrega de un boceto del resultado final que tenía que estar en concordancia con la personalidad del espacio y del entorno.

HusillosTras proceder a la valoración exhaustiva a través de la puntuación de cada concursante, el comité de evaluación resolvió la convocatoria dando a conocer los trabajos seleccionados en los espacios puestos a disposición.

La lista de elegidos para las propuestas a ejecutar en espacios generales incluía al palentino Chisco Graffiti que se encargó de dar color a las localidades de Villasarracino, Itero de la Vega, Husillos y Támara de Campos, y a la palentina Sonia Flores, que se ocupó de Boada de Campos. Además, también fueron seleccionados los hermanos paredeños, Sergio y José Arenillas (Paredes de Nava) y la villadina Mónica Domingo (Villada). Por otro lado, entre los participantes también se encontraban Perry & Sete (Calzadilla de la Cueza); Espacio Matrioska (Boadilla del Camino);María Cuadrado (Osorno); Elisa Rodríguez (Población de Campos). Y los tres artistas elegidos para  los silos fueron Nano Lázaro quien se ocupó de los murales de Cisneros y Castromocho y Manuel García del de Frechilla. 

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