Con gran cariño y respeto

David del Olmo
-

Libreta de básquet (Opinión)

Con gran cariño y respeto - Foto: Sara Muniosguren

Tengo como recuerdo ligado a la infancia (aún me sorprendo a diario sonriendo al escucharlo) el sonido de la bocina de la fábrica de armas, cada mañana a las 11 en punto, la hora del bocata para los que trabajaban (o trabajan) en ella.

Igual que a tantas generaciones nos ha sorprendido de críos la sirena de la factoría del barrio y nuestros mayores nos explicaban el motivo nada alarmante de ese sonido ahora tan familiar, los que estaban dentro de sus muros sabían que llegaba la pausa matinal.

Esa idea me venía a la mente el sábado, en el descanso del duelo del EasyCharger. En esa pausa de los mismos 15 minutos que dura la que anuncian las dos bocinas de la fábrica, el pabellón se apagó, como en los instantes previos a los grandes actos. No sonaba la bocina de la instalación a la que Fernando dedicó casi cuatro décadas de su vida laboral.Esta vez, en su otra casa (al margen de su hogar familiar, por supuesto), el sonido era más delicado.Dani Acebes interpretaba con su violonchelo, embelleciendo el momento, algunas reconocibles notas de Sabina.

Y aparecieron en el parqué varios de los que en ese mismo escenario han sido protagonistas, representando a otros muchos que también lo fueron, escenificando una muestra de respeto que sus seres queridos recordarán para siempre.

No solo ellos, la afición palentina no faltó a la cita, como en las mejores ocasiones, vistiendo las gradas como el vicepresidente del club siempre aspiraba (no por él, sino por el deporte que amaba, por el club que representaba) a ver en cada partido. Se le tributó un homenaje, un recuerdo marcado por el cariño y el respeto. Ese que con su educación y fina ironía nos mostró tantas veces a quienes le tratamos y pudimos conocerle aunque fuera un poquito.

ARCHIVADO EN: Fábrica de Armas