Sin modernización de regadíos en el Canal de la Retención

Rubén Abad
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Estaban llamados a las urnas 993 agricultores de Ribas de Campos, Husillos, Becerril de Campos, Villaunbrales, Grijota y Palencia. Entre todos suman 3.800 hectáreas de terreno

Sin modernización de regadíos en el Canal de la Retención - Foto: Eva Garrido

Modernización: sí o no. Esa era la cuestión que debían afrontar ayer los 993 propietarios de fincas agrícolas que aglutina la comunidad de regantes del Canal de la Retención llamados a las urnas para decidir sobre el futuro de su comarca. La balanza se declinó finalmente por el no con 511 votos frente a los 415 síes que depositaron los agricultores en sus papeletas. Una holgada mayoría convertida en una gran victoria para los defensores de la no modernización, que volvieron a imponerse a los defensores del sí por tercera vez.


La votación tuvo lugar en Monzón, y a la misma estaban invitados a participar agricultores con tierras en la localidad anfitriona y en los vecinos municipios de Ribas de Campos, Husillos, Becerril de Campos, Villaumbrales, Grijota y Palencia capital. Muchos de ellos, gente de avanzada edad: la inmensa mayoría sobrepasa los 70 años contraria a introducir nuevas formas de trabajo y cultivos en la comarca.


Tras el recuento, el presidente de los regantes del Canal de la Retención, Santos Prada, firme defensor del sí, se mostraba apesadumbrado por los datos resultantes en las urnas, que sobre el terreno se traduce en la negativa de modernizar una superficie próxima a las 4.000 hectáreas, 3.800 para ser más exactos. Tierras en las que se cultiva, principalmente, remolacha, maíz, alfalfa y colza, a la que el presidente definió como «el futuro del campo».


«Si seguimos en esta línea, León nos va a comer todo el cocido. Hace unos veinte años era el peor territorio agrícola de España y ahora, gracias a la modernización, se sitúa en las primeras posiciones», afirmó a este periódico tras conocerse el recuento total. «La modernización se paga sola porque hay un mayor margen de beneficios y la productividad aumenta», señaló citando como ejemplo la producción de maíz, que pasaría de los 10.000 kilos actuales a unos 17.000.


El no mayoritario frena, al menos de momento, las aspiraciones de quienes creen que el futuro pasa por modernizar unos regadíos «obsoletos con regaderas que no son de ayer, sino que superan los 80 años de antigüedad», subrayó Prada, que urge actuar a la mayor celeridad posible para trabajar en igualdad de condiciones con otras comarcas agrícolas. «Estamos en un momento muy importante para el futuro del regadío en esta comarca», destacó el presidente.


De esta manera, y siguiendo las directrices marcadas por la Unión Europea, la modernización de la comunidad de regantes del Canal de la Retención se someterá a una cuarta votación. En esa ocasión no se citará a los 993 propietarios a una sola votación, sino que  estos lo harán por municipios. Los primeros en pasar por las urnas serán, si se cumple la hoja de ruta de la presidencia, los agricultores de Monzón, donde se estima que el sí «está casi garantizado».


EL PROYECTO

Pese a que todavía no tiene luz verde, desde la comunidad de regantes del Canal de la Retención se barajan cuatro posibles alternativas para la modernización de cultivos en el entorno de Monzón.


La principal apuesta es elevar el agua hasta las proximidades del castillo de la localidad terracampina, a unos 60 metros de altura, y que esta fluya por las canalizaciones por su propia presión, al igual que ocurre con los depósitos de pueblos y ciudades. Las otras alternativas son agrandar las regaderas, hacer un riego por presión directa bombeando el agua del canal o habilitar una nueva tubería desde la zona de Carrión de los Condes, que sería la alternativa que mayor inversión precisaría.


Sea cual sea la opción elegida, siempre y cuando se apruebe en votación, la Unión Europea financia el 25 por ciento de la inversión necesaria a través de los fondos Feder, de otro 25 por ciento se encarga el Estado, la Junta de Castilla y León aporta el 26 por ciento y los propietarios deben asumir el 24 por ciento restante a pagar en un plazo de 25 años.