Noviembre es el Mes de la Infancia en la capital y hoy domingo se celebró su día grande, para el que hubo programadas dos actividades de interés. Por una parte, el tradicional pleno infantil, que se celebró en el Ayuntamiento. Como es tradición, los consejeros de infancia en representación de los diferentes centros escolares de la capital, debatieron sobre cuestiones que les preocupen, asumiendo los roles de alcalde y concejales.

Los jóvenes profundizaron sobre aquellos asuntos que les afecta de manera muy directa como el medio ambiente, la educación y la igualdad. De hecho, recalcaron que «la ciudad perfecta no se define por el tamaño, sino por la calidad de vida, si hay suficientes servicios de emergencia, si hay suficientes centros escolares, tiendas para comprar, espacios verdes o si es una ciudad segura, donde no debe haber contaminación». «Porque como jóvenes que somos tenemos el sentido de lo que es más justo,somos más idealistas y creemos que el mundo puede mejorar en muchas cosas», añadieron.

Pese a los buenos deseos y voluntades, los niños también se hicieron eco de otras cosas que no les gusta tanto de la ciudad, como el hecho de que en el parque del Salón haya una gran cantidad de árboles que provoca escasa iluminación, «y eso da mucho miedo». Asimismo, manifestaron que les gustaría que hubiera menos colillas y chicles en las aceras, que hubiese carteles que informaran de que son actos incívicos. De hecho, propusieron multar por ello como se hace en muchos países. Tampoco faltó la reivindicación de una mayor utilización de los vehículos eléctricos y del cartón; menos plástico y, la guinda de todas las peticiones, que no se modifique la Ley de Educación cada vez que hay cambio de partido en el Gobierno central.

CARRERA SOLIDARIA. Nada más concluir el pleno infantil, la plaza de la Inmaculada se convirtió en el epicentro de la carrera solidaria de CaixaBank y Cruz Roja, que se llevó a cabo bajo el título de Corre, camina por la infancia. El recorrido era de cinco kilómetros y la prueba dio comienzo a las 12 horas, aunque una hora antes se dio el pistoletazo de salida a la de los más pequeños de la casa.

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