Tratamientos antiincendios para cinco municipios

Rubén Abad
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La Junta actuará en 332 hectáreas de Cervera, Castrejón, Dehesa, Polentinos y La Pernía. La inversión roza los 800.000 euros

Tratamientos antiincendios para cinco municipios

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha sacado a licitación, por más de 784.000 euros, la realización de tratamientos silvícolas preventivos de incendios y otras mejoras del medio natural en 332 hectáreas en los términos municipales palentinos de Cervera de Pisuerga, Castrejón de la Peña, Dehesa de Montejo, Polentinos y La Pernía, todos ellos incluidos en la comarca forestal del Alto Pisuerga. Con un plazo de 36 meses, el objetivo fundamental es la conservación de los montes, mejorando la estructura de las masas arboladas y el desarrollo de una silvicultura preventiva de incendios forestales. 


Las actuaciones sobre la vegetación comprenden podas, desbroces, cortas y recogida y eliminación de restos para contribuir a la apertura de masas y reducir el matorral permitiendo así un pastoreo bajo la cubierta arbórea, imposible de efectuar actualmente en muchas de estas zonas. 


Dentro de las actuaciones encaminadas a la prevención de incendios forestales se procederá a la limpieza y mantenimiento de caminos, mientras que en infraestructuras ganaderas se ejecutarán trabajos de reparación e instalación de cerramientos, construcción de abrevaderos y colocación de arquetas de captación y tuberías de acometida. 


Aunque la comarca forestal del Alto Pisuerga no presenta una gran problemática de incendios, su alto valor ecológico justifica la realización de tratamientos silvícolas preventivos, tanto en prevención directa mediante el favorecimiento de discontinuidades horizontales y verticales en el combustible vegetal, como en prevención indirecta con la limpieza y mantenimiento de infraestructuras de defensa del monte. 


Asimismo, y a pesar de que la mayor parte del territorio es dominio natural de los bosques de frondosas caducifolias, el uso ganadero y continuado del fuego y de las talas ha condicionado notablemente el paisaje, reduciendo el bosque a matorrales, praderas y pastizales. Además, el descenso de la actividad ganadera en las últimas décadas ha conllevado la extensión de los matorrales, dominando en determinadas zonas el paisaje vegetal en detrimento de los pastizales.